Se trata de una serie de fotografías en las que se mostraba a Natascha actuando como esclava sexual de su captor y en las que también se podría ver a varios amigos del secuestrador sometiendo a Kampusch a vejaciones y "juegos sexuales".

Según ha revelado Heute, con el fin de evitar un escándalo político se ordenó a los policías que investigaban el caso destruir u ocultar parte del material que habían encontrado y que habría permitido procesar a otras personas como cómplices del secuestro. Incluso algunos de los agentes habrían llegado a quejarse de las obstrucciones a la investigación.

El caso de Kampusch se cerró, con muchas lagunas, tras la fuga hace dos años de la joven y el posterior suicidio del que había sido su raptor, Wolfgang Priklopil, después de pasar ocho años en cautiverio.