Dominguín y Ava Gardner: una relación tormentosa y apasionada

  • Una biografía recién publicada recorre sus amores y amoríos.
  • Andrés Amorós, literato y amigo personal del torero, se adentra en detalles hasta ahora desconocidos.
  • Ava Gardner fue "su loba muy feroz".
Ava Gardner y Luis Miguel Dominguín (KORPA).
Ava Gardner y Luis Miguel Dominguín (KORPA).
KORPA
Ava Gardner y Luis Miguel Dominguín (KORPA).

El catedrático en Literatura y experto en tauromaquia Andrés Amorós acaba de publicar Luis Miguel Dominguín. El número 1, una obra que hace un extenso repaso a la vida de torero famoso más allá de sus faenas, perteneciente a una gran saga familiar y, como dice el autor, "un triunfador indiscutible: guapo, brillante", amigo de personalidades como Orson Welles, Salvador Dalí, Pablo Picasso, Jean Cocteau o Hemingway, y amado por las mujeres más hermosas.

Su nombre se unió a las de mujeres inalcanzables: Ava Gadner, Lauren Bacall, Anabella, Deborah Kerr o Romy Schneider.

Ava Gadner

A comienzos de 1951, Luis Miguel es fotografiado en un hotel parisino con la actriz mexicana María Félix, una espléndida belleza. Al año siguiente, el torero dedica su brindis en la Plaza de México a la actriz.

En 1954 decide retirarse de los ruedos; una parada de cuatro años ideal para dedicarse a la buena vida y las bellas mujeres. Ellas le adoran y, según cuenta el autor, el diestro no desdeñaba a ninguna guapa: "solas o emparejadas, de cualquier condición social". Un "tren de vida" poco habitual en el régimen de Franco, y permitido porque, según Andrés Amorós, "era un privilegiado".

En esta época tuvo lugar dos de las relaciones más importantes: su tormentoso idilio con Ava Gardner y su romance y posterior boda con Lucía Bosé.

"El animal más bello del mundo", Ava, ya se había relacionado anteriormente con otros toreros y, aunque entonces estaba casada con Frank Sinatra, no escatimó en affaires durante sus vacaciones en España.

Era la más guapa y la más fiera. Tenía yo una loba muy feroz en una jaula"

El más fogoso de todos fue, sin duda, Luis Miguel Dominguín. Sin embargo, la relación resultó tan apasionada como tormentosa, y las peleas entre el diestro y la diva fueron sonadas.

También sus momentos de calidez. Se cuenta que en su primera noche de amor, él se levantó de la cama y ella le preguntó: "¿A dónde vas?". "¡A contarlo!", respondió el torero. Años más tarde, él admitió a un amigo que se inventó aquella anécdota.

Los celos de Frank Sinatra intervinieron en este romance, y se dice que en una ocasión en la que ella estaba fuera de sí, mezclando insultos en inglés y español, Luis Miguel le arreó un par de bofetadas.

Posteriormente, Ava se divorció de Sinatra, y Luis Miguel vio su oportunidad de asentar su relación. Quería casarse y tener hijos, pero la actriz de Hollywood ni se lo planteaba.

El idilio terminó en septiembre de 1954. Años más tarde, él la seguía recordando con cariño: "Era la más guapa y la más fiera. Tenía yo una loba muy feroz en una jaula".

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