"Fue un sueño muy bonito. Yo llevaba a arreglar las botas favoritas de mi niña, unas de color rosa que le quedaban grandes y estaban rotas de tanto como se las ponía. Cuando se las traía ya reparadas ella se me echaba al cuello de lo contenta que estaba. Me gratificaba con una sonrisa".
Esta vez la cadena de errores se convirtió en cadena de sangre. Un parásito sexual estaba muy atento para colarse por las rendijas abiertas por la desidia y los errores humanos y llevarse por delante a una niña que suspiraba por unas botas rosas.
A Juan José Cortes, el padre de Mari Luz, le quedan pocas ganas de vivir ("nunca más volveré a ser el mismo"), pero suficiente mesura para no extender clamores de venganza ciega y una fuerza que hasta a su familia sorprende. Derrotado pero no caído.
"Que cada uno asuma su parte de culpa en el asesinato de mi hija", dice este gitano y pastor evangelista de fe inquebrantable. Se ha guardado las lágrimas en el bolsillo y encabeza una campaña contra los fallos y despropósitos que permitieron a Santiago del Valle, acusado del crimen, eludir durante años a los jueces, la policía y la cárcel.
Cortés protagoniza la primera entrega de una serie que comenzará a ser publicada hoy por 20 minutos y 20minutos.es. Los principales protagonistas de la tragedia de Huelva serán objeto de un retrato personal sobre su vida antes y después del crimen. El título de la serie será "Mari Luz somos todos".
En el capítulo inicial, el padre de la niña habla de los sueños quebrados para siempre y el estupor, de la ternura perdida ("Mari Luz era la niña más dulce de la Tierra") y la derrota de los ideales. "Hubo un tiempo en que creía que el socialismo era quien debía velar por nuestra seguridad. Ahora sólo lo creo parcialmente".
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios