Los alrededor de 1.500 compañeros de Mari Luz Cortés en el Colegio Diocesano de Huelva, acompañados por profesores, padres, familiares y vecinos del barrio de El Torrejón y de toda la capital se echaron hoy a la calle para pedir la "vuelta a casa" de la menor desparecida desde el pasado domingo.

Los alumnos del colegio encabezaron una marcha que partió a las 11.00 horas desde el centro educativo hasta llegar al domicilio de la menor, en la Plaza de la Rosa, en la que aguardaban cientos de personas que recordaron a Mari Luz a través de las palabras del director del Diocesano, Baldomero Rodríguez, que expresó la "repulsa" de la comunidad educativa y el "amor y cariño" a su familia.

El máximo responsable del centro aseguró que "todo el mundo se siente secuestrado como Mari Luz y está ahora unido en una misma familia", al tiempo que resaltó que la comunidad educativa tiene un "sentimiento de anonadamiento, rabia e impotencia".

En este sentido, explicó que el colegio decidió manifestarse porque, "la desaparición de una niña es doloroso, trágico y antisocial,  y además es alumna del colegio y de cinco años".

Muy emocionada, la tutora de la desaparecida, María del Carmen Feria Limón, sólo quiso destacar que Mari Luz "es una niña preciosa, que se comportaba en clase con mucha alegría y con mucha vida y que tenía en sus ojos la luz que lleva en su nombre".

Compañeros de la menor desaparecida declararon lo mucho que echaban de menos a Mari Luz, de la que destacaron lo "buena amiga que es" y que sólo querían "que vuelva", al tiempo que los padres reconocieron que los niños "tienen miedo desde que ha sucedido esto, al igual que los padres", incluso alguno de ellos señaló que los niños "no quieren ni ir al colegio".

El padre de Mari Luz, Juan José Cortés, no tenía palabras para "agradecer" cómo se habían involucrado miles de personas en la petición de liberación para Mari Luz y destacó que "la mejor forma de agradecer estas muestras de cariño es que la niña aparezca muy pronto para hacer la mejor fiesta que se le pueda dar a esta gente".

Hasta el colegio Diocesano se desplazaron también el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, y los concejales de su equipo de Gobierno, y de la oposición, mientras que el Recreativo de Huelva, club en el que trabajo Juan José Cortés hasta la temporada pasada, estuvo representado por el presidente, Francisco Mendoza.

Una vez que los niños volvieron al centro educativo desde la Plaza de la Rosa, las personas mayores, apoyadas por los vecinos de El Torrejón, formaron una marcha de miles de personas que se dirigía a la Subdelegación del Gobierno en Huelva.

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