La crisis en Cataluña obligará a Rajoy a recortar 5.600 millones para cumplir el déficit en 2018

  • La AIReF calcula que en un escenario de cronificación del conflicto el PIB esperado en 2018 se reduciría 1,2 puntos y el déficit sería 5 décimas mayor.
  • Traducido en cifras de actividad, la economía podría perder unos 13.400 millones de PIB si no se sale pronto del laberinto independentista catalán.
  • "Estamos en un contexto difícil que tendrá un impacto económico muy significativo", han advertido este miércoles desde la Autoridad Fiscal.
  • El organismo cree que "puede haber también un impacto" en el crecimiento de 2017, pero considera "poco probable" que baje del 3% anual.
Mariano Rajoy y Cristóbal Montoro
Mariano Rajoy y Cristóbal Montoro
EUROPA PRESS
Mariano Rajoy y Cristóbal Montoro

El terremoto económico de la crisis política en Cataluña no solo retrae al turista y empuja a las empresas al éxodo en busca de seguridad jurídica. También afecta a las grandes cifras macroeconómicas. Y por efecto cascada, al bolsillo de los ciudadanos, según se desprende del informe presentado hoy por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).

"Estamos en un contexto difícil que tendrá un impacto económico muy significativo", aseguraron este miércoles desde el organismo presidido por José Luis Escrivá, que observa una "perturbación asociada a esta crisis institucional".

El organismo, responsable de vigilar la estabilidad presupuestaria y financiera del país, estima que el PIB del próximo año [que el organismo cifra en el 2,7%, una décima más que el Gobierno] se deteriorará de 0,4 a 1,2 puntos en función de que el conflicto se solucione pronto o se encone en el tiempo. El efecto de este frenazo en cifras absolutas, según calcula este medio, será de 13.400 millones si no se sale del laberinto independentista catalán.

El impacto también llegará al bolsillo de los ciudadanos, porque un crecimiento inferior "deteriorará las finanzas públicas". El déficit en España, en caso de una cronificación de la crisis catalana, se elevaría según la Autoridad Fiscal al 2,7% y sobrepasaría en cinco décimas el límite que fija Bruselas. Para cumplirlo, el Gobierno tendría que hacer un ajuste presupuestario de 5.600 millones en forma de menos gasto o más impuestos.

En el caso de que se encontrase una solución más temprana, el análisis de la AIReF estima una pérdida de actividad de 4.500 millones de euros (cuatro décimas menos de crecimiento) y un desajuste presupuestario del 2,4%, dos décimas más del límite; en dinero, unos 2.200 millones de euros, la mitad que en el escenario más gravoso.

La explicación se basa en la incertidumbre. Ciudadanos y empresas que dudan sobre el futuro posponen sus decisiones de gasto —especialmente en bienes duraderos como vivienda y automóviles— y encogen la inversión. También costaría más financiarse porque subiría la prima de riesgo. Ese es el "componente común" que identifica el organismo y que afectaría a todo el país.

Pero luego hay otro "componente idiosincrático" en Cataluña que incluye las disrupciones económicas y las deslocalizaciones que se producen en la región. "No hay forma de ponerle un número, pero va a más y es importante porque Cataluña aporta un 20% de la economía española", dice la AIReF.

Esa particularidad catalana, sin embargo, tendría un efecto desbordamiento sobre toda España. El PIB del país se reduciría 0,2 puntos adicionales por cada punto de crecimiento que disminuya el PIB catalán. Y una caída del empleo del 1% en la región catalana supondría una disminución del 0,17% en el resto del país.

Las rebajas fiscales, más lejos

Suceda uno u otro, se corrija pronto o tarde la situación catalana, lo cierto es que el efecto sobre el déficit obligará a ajustar el presupuesto. Y eso podría alejar aún más la rebaja del IRPF para las rentas más humildes, la rebaja del IVA para el cine, el cheque guardería para la educación infantil o la ampliación del permiso de paternidad a cinco semanas, cuatro medidas que el PP y Ciudadanos habían pactado para las cuentas de 2018.

Con un agujero de 5.600 millones para corregir, Bruselas se mostraría menos dispuesta a tragar con medidas fiscales expansiva. Pero también podría suceder que el Ejecutivo comunitario se mostrase comprensivo con la impredecible situación catalana y evite crearle a España más problemas de los que tiene, permitiéndole —como ya hizo en julio del año pasado— aflojar el tope de déficit del 2,2% para 2018.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha asegurado este mismo miércoles que espera tramitar un proyecto de presupuestos "en las próximas semanas" para que sea aprobado al comienzo de 2018. Para hacerlo, en todo caso, necesitará convencer al PNV para que los valide o al PSOE para que se abstenga. De momento, no se ha conseguido ninguna de ambas opciones.

"Es poco probable un impacto en 2017"

La AIReF no cree sin embargo que el seísmo político catalán vaya a tener un gran efecto en lo que queda de 2017. "Puede haber un impacto, pero es poco probable que el crecimiento de este año sea inferior al 3%", dicen en el organismo.

La previsión que el Ejecutivo ha enviado a Bruselas para este año es del 3,1%. Para que el crecimiento del PIB sea menor del 3%, el empuje de la actividad en el último trimestre no debería superar el 0,4%. Y es una caída muy grande teniendo en cuenta la tracción de este ejercicio, en el que se ha crecido al 0,8% y 0,9% trimestralmente.

La AIReF, en todo caso, ha tenido que sudar a chorro para hacer este análisis. "Es difícil analizar el impacto económico de un hecho con duración desconocida, cuyas dinámicas futuras se ignoran y que carece de episodios comparables", dicen.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento