El Cabildo de Gran Canaria da por extinguido el incendio arrasó 2.700 hectáreas de la cumbre de la isla

  • El Cabildo de Gran Canaria ha dado este lunes por extinguido el incendio que arrasó a mediados del pasado mes de septiembre unas 2.700 hectáreas de la cumbre de la isla y que se cobró la vida de una mujer.

Según informa la Corporación insular, el fuego tuvo una voracidad "inaudita" y arrasó 1.000 hectáreas en las primeras cuatro horas de incendio, teniendo un potencial para destruir más de 12.000.

Sin embargo, hubo tres factores para que finalmente fueran 2.700 las hectáreas quemadas; la lluvia en la vertiente norte, las áreas cortafuegos elaboradas con quemas prescritas en invierno y la actuación del operativo desplegado, a lo que se sumó la limpieza hecha en gran parte de las propiedades, que así quedaron casi intactas.

El incendio se declaró el pasado 20 de octubre en torno a las dos de la tarde, se dio por controlado el 23 de octubre y desde entonces, la vigilancia, el enfriamiento y la actuación en focos, tocones y humos ha sido la dinámica de trabajo.

El último humo se produjo el sábado a las 18.00 horas, de modo que pasadas las 36 horas recomendadas por los técnicos, el presidente del Cabildo, Antonio Morales, ha firmado la declaración de extinción.

LA PRINCIPAL HIPÓTESIS ES QUE FUE INTENCIONADO

Por su parte, el Cabildo ha insistido en que se ha tratado de un incendio que tiene detrás la mano del hombre, la principal hipótesis es la intencionalidad, y comenzó con una fuerte fase explosiva, casi una deflagración, que arrasaba cuatro hectáreas por minuto.

Este incendio de Gran Canaria se convirtió rápidamente en un problema de protección civil, ya que contra su virulencia inicial nada se podía hacer, más que quitarle de delante todo lo que tuviera, ya que avanzaba más rápido que lo que corre una persona, por lo que de inmediato la actuación se centró en evacuar a quienes se encontraban a su paso, si bien causó el fallecimiento de una mujer.

Además, varios grandes temores se sucedieron desde el primer momento: que progresara por el norte hacia San Mateo y Santa Brígida y que por los flancos saltara a Valleseco y a la cuenca sureste-sur, por donde la catástrofe natural y personal habría adquirido unas proporciones exponenciales.

LA LLUVIA, LAS QUEMAS DE INVIERNO Y EL OPERATIVO DESPLEGADO

Sin embargo, la Institución insular explicó que la lluvia y la bruma que entraron la primera noche fue determinante, ya que frenó su avance por la cara norte y permitió centrar los trabajos en otras zonas en las que la lluvia no hizo su aparición.

Igualmente determinante fueron los trabajos de prevención de invierno como las quemas prescritas realizadas por los equipos presa del Cabildo, que bajaron la intensidad del fuego en estas áreas y el potencial de lanzamiento de pavesas.

La tercera clave para controlarlo fueron las contundentes labores de extinción del operativo desplegado, con destacadas actuaciones de los presa, ya que detuvieron los dos complejos frentes del fuego con gran potencial de destrucción.

RECUPERACIÓN

Por último, la recuperación de la cumbre se producirá por mosaicos, el 80 por ciento de las áreas tratadas con quemas salvaron los pinos y ya han empezado a soltar su pinocha y a cubrir el suelo, por lo que hay puntos en los que casi no se nota que pasó el fuego.

Otras zonas sin quemas controladas o con otros tipos de pinos y árboles, radiatas y otros, tendrán que ser replantadas, y el resto llevará entre seis meses y un total de dos años para borrar las cicatrices. Como siempre, el pino canario, adaptado al entorno volcánico, será el que mejor se recupere.

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