Los controles de seguridad de la terminal T1 del Aeropuerto de Barcelona-El Prat han registrado este jueves colas menos intensas que en los días anteriores, en el inicio de una jornada decisiva para el futuro de la infraestructura.

A lo largo de la jornada los trabajadores de Eulen, la empresa encargada de los controles de seguridad, votaran en asamblea si se adhieren o no a la propuesta hecha por la mediación de la Generalitat, que ya aceptó la compañía y que AENA se ha comprometido a respetar en próximas licitaciones.

Por lo que respecta a las colas de la esta madrugada, cuando no había programado ningún paro oficial, tanto los trabajadores de Eulen como los auxiliares de AENA que ayudan a organizar las colas las sitúan en una hora, pero los registros del gestor aeroportuario indican que el mayor pico, alrededor de las 6 horas, ha sido de poco más de media hora.

De todos modos, se trata de un tiempo superior al estándar de calidad fijado en el pliegue de condiciones del contrato que ganó Eulen, que según fuentes de AENA establece que los pasajeros no deberían esperar más de diez minutos para pasar este primer filtro de seguridad.

Desde las 11 de la mañana, los trabajadores de Eulen se encuentran reunidos para saber, entrada la tarde, si aceptan la propuesta que el departamento de Trabajo de la Generalitat hizo para desencallar el conflicto laboral que ha originado las colas.

Dicha propuesta contempla un incremento salarial de hasta 200 euros al mes -los trabajadores piden que sean 350 euros- y la incorporación de un quinto vigilante en los filtros de seguridad, entre otras medidas.

Del resultado de la asamblea, que tendrá lugar en el número 48 de la calle Moreres de El Prat de Llobregat, dependerá de que se mantengan los paros parciales para el 11 y 13 de agosto, así como la huelga indefinida de 24 horas a partir del lunes, día 14.