El australiano Damian Harris ha tenido que recurrir a una medida desesperada para evitar que el inquilino de su piso en Barcelona lo siga realquilando. Este australiano decidió alquilar su propia casa después de ver que estaba siendo ofrecida a través de la plataforma Airbnb y una vez que consiguió acceder cambió la cerradura e instaló una alarma.

El inqulino en cuestión, con quien Harris tuvo fuerte discusión después de que este intentase regresar a casa, realquilaba las habitaciones de la vivienda. "El piso es para cinco personas y este hombre llegó a tener aquí a catorce", explica el abogado del propietario.

Tal como recoge La Vanguardia, Damian Harris ha colgado un cartel en la puerta donde pide a los inqulinos que no abran a nadie y que no hablen con nadie para evitar más fraudes.

No es el primer caso de este tipo que sucede en Barcelona, en medio de la polémica por los alquileres turísticos. El mes pasado, una mujer tuvo que alquilar también su propia casa al ver que el ciudadano ruso que tenía como inquilino, la alquilaba, también a través de internet, por 200 euros la noche.