El tráfico en la carretera Nacional-122 a su paso por Fonfría (Zamora) se ha restablecido tras permanecer cortado durante más de seis horas por un incendio forestal que obligó a desalojar a los vecinos de Bermillo de Alba, que finalmente han podido regresar a sus casas.

Tráfico ha informado de la reapertura de la vía pasadas las diez de la noche mientras que el alcalde de Fonfría, que reside en la pedanía de Bermillo de Alba, José María Ríos, ha indicado que tras rodear las llamas el pueblo y vivirse momentos de peligro la normalidad se ha restablecido.

Ríos ha explicado que, aunque todo estaba preparado para el desalojo y los autobuses dispuestos, ha habido vecinos que se han negado a abandonar sus propiedades ante el temor de que se quemasen y finalmente el peligro ha pasado sin que fuera necesaria su evacuación.

Pese a ello, algunos vecinos sí han optado, ante la cercanía de las llamas, por marcharse de la localidad en vehículos particulares.

En el municipio cercano de Muelas del Pan, el Ayuntamiento ha habilitado el pabellón municipal por si fuera necesario alojar en él a vecinos de algún pueblo afectado por este incendio, que se inició este mediodía en Pino del Oro, en el parque natural Arribes del Duero.

El fuego, que se ha acercado también a las poblaciones de Pino del Oro y Castro de Alcañices, ha movilizado numerosos medios de extinción tanto del MAPAMA, como de la Junta de Castilla y León, la Unidad Militar de Emergencias del Ejército y los bomberos de la Diputación de Zamora.

El incendio, que ha afectado principalmente a matorral, pasto, monte bajo y encinar, ha obligado a cortar primero la carretera ZA-321 de acceso a Pino del Oro y posteriormente la N-122, que es la principal vía de comunicación de la provincia con Portugal y conecta con la autovía portuguesa A-IV.

El viento ha hecho que las llamas se extendieran con rapidez y que incluso cruzaran esa carretera Nacional pese a los numerosos medios movilizados para intentar extinguir el fuego.

Entre esos medios que han actuado a lo largo de la tarde han figurado diez helicópteros y cuatro aviones, además de cinco cuadrillas de especialistas en la lucha contra incendios, dos brigadas de refuerzo y siete cuadrillas terrestres.

Del mismo modo, se ha constituido un puesto de mando avanzado y han trabajado en las labores de extinción tres técnicos, ocho agentes medioambientales, ocho vehículos autobomba y seis retenes de maquinaria, además de bomberos del Consorcio Provincial de Extinción de Incendios y militares de la UME.

El incendio, que está activo, está declarado de nivel dos de peligrosidad en la escala de la Junta de Castilla y León, ascendente de cero a tres.

El fuego ha recordado a los vecinos del entorno a otro gran incendio que se produjo hace ahora cuatro años y que calcinó cerca de 2.500 hectáreas, aunque en esta ocasión aún no hay cifras de superficie afectada y por el momento se desconoce también el origen del fuego.