Banco Santander ultima una ampliación de capital para absorber al Popular

Una oficina del Banco Popular en Madrid.
Una oficina del Banco Popular en Madrid.
César Cabrera / EFE
Una oficina del Banco Popular en Madrid.

El Banco Santander se encuentra ultimando una inminente ampliación de capital con el objetivo de financiar la absorción de Banco Popular, según han confirmado fuentes financieras a las agencias Europa Press y EFE.

Según la agencia norteamericana Bloomberg, que adelanta la información, la operación ascendería a 5.000 millones de euros que la entidad destinaría a impulsar sus niveles de capital, aunque precisa que el banco presidido por Ana Botín aún no ha tomado una decisión en firme.

Esos 5.000 millones superan con creces los 1.334,6 millones de euros de capitalización con los que ha cerrado este martes la sesión bursátil, según han confirmado a Efe fuentes financieras.

Por ello, la entidad que preside Ana Botín ofrecería una prima a los accionistas y reservaría una buena parte para asumir las cuantiosas provisiones que el Banco Popular necesita para sanear su exposición al ladrillo.

Las mismas fuentes han indicado que el Santander podría estar reservando fondos ante los posibles litigios de accionistas que acudieron a la macroampliación del verano de 2016, con la que el Popular captó 2.500 millones.

Fuentes de Santander consultadas por Europa Press eludieron hacer comentarios al respecto de la ampliación de capital, mientras que desde Popular indicaron que están a la espera de conocer información al respecto y ver cómo evoluciona el desarrollo de los acontecimientos para poder pronunciarse al respecto.

La posible operación corporativa con Banco Santander podría haber sido una de las causas que han obligado al presidente de Banco Popular, Emilio Saracho, a ausentarse de una reunión con representantes del Banco Central Europeo (BCE) este mismo martes.

Antes del sábado

De concretarse la operación, la oferta de Santander se materializaría antes del 10 de junio, fecha que fijó como límite JP Morgan --el banco de inversión que asesora a Popular en este proceso-- para presentar ofertas vinculantes sobre la entidad.

La inminente ampliación de capital en Banco Santander buscaría acelerar la posible operación corporativa ante el deterioro de la liquidez de Popular, cuya solvencia no está cuestionada por el momento.

En este sentido, la agencia Moody's, que ha rebajado la calificación de Banco Popular desde 'Ba3' a 'B2', dentro del grado especulativo o 'bono basura', explica que la decisión obedece al deterioro de su valor bursátil. Además, ha detectado que los depósitos de clientes del banco cayeron desde 82.200 millones de euros hace un año hasta 77.200 millones de euros en el primer trimestre de 2017.

Además, fuentes cercanas a la operación, aseguraron a Europa Press que el Gobierno ha seguido muy de cerca el proceso de negociaciones y ha impulsado su concreción con objeto de evitar un proceso de resolución en Banco Popular.

Líder en España

Con la operación, el Santander alcanzaría un volumen de activos próximo a los 471.000 millones de euros y arrebataría a Caixabank el liderazgo en España.

Ana Botín siempre admiró el negocio de pymes del Banco Popular y consideró que la compra de esa entidad podía ser una buena oportunidad para el Santander, según fuentes financieras.

De llegar a buen puerto, se trataría de la primera operación corporativa de Ana Botín desde su llegada a la presidencia del Banco Santander en 2014 y una apuesta por España, después de que Brasil y Reino Unido se convirtieran en los motores del grupo

El Banco Santander, junto a BBVA y Bankia, estaba interesado en el Popular, por lo que su apuesta por la entidad no sorprende al mercado.

Centrado en pymes

A pesar de su exposición inmobiliaria, con más de 40.000 activos valorados en unos 38.000 millones por retasar, el negocio minorista del Popular, centrado en las pymes y en el que cuenta con una cota de mercado del 17 %, siempre ha sido muy valorado por el resto de sus competidores.

Cabe recordar que el negocio puramente bancario de Popular generaba hasta hace muy poco unos 1.000 millones de euros.

En el mercado se daba por hecho que solo una gran entidad española tenía capacidad de apostar fuerte por el Banco Popular dada su alta exposición al ladrillo y necesidad de provisiones.

No obstante, la compra por parte de una entidad española, aunque llevará aparejado ajustes de plantilla y sucursales, permitirá importantes sinergias y la generación de créditos fiscales que hagan más fácil la operación.

La entidad se encontraba limpiando su balance de activos poco estratégicos, y está preparando junto con KPMG un paquete de activos inmobiliarios de más de 1.500 millones de euros, según fuentes del mercado.

Hasta ahora, la entidad se ha deshecho de su filial Popular Servicios Financieros, vendido a Abanca el pasado 2 de mayo por 39 millones de euros, así como de su participación del 2,86 % en la sociedad de inversión inmobiliaria (socimi) Merlin Properties por 143,8 millones de euros, el 17 del mismo mes.

El pasado jueves anunció la venta a su socio Credit Mutuel del 48,98 % que mantenía en Targobank por 65 millones de euros, a lo que siguió, ayer mismo, la salida de la entidad francesa del consejo de administración del Popular, en el que posee cerca del 4 %, que podría haber vendido ya.

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