La sesión final de la Cumbre Iberoamericana en la que el Rey y el presidente Zapatero tuvieron un incidente con el presidente de Venezuela , Hugo Chávez, y otro con el de Nicaragua, Daniel Ortega, es la noticia destacada en las portadas de la prensa de Madrid.

A continuación se indican los principales titulares de portada y se realiza un resumen del editorial de cada medio, todos centrados en la Cumbre Iberoamericana.

EL PAÍS: "El Rey manda callar a Chávez en la tormentosa cumbre de Chile"

En el editorial "Cumbre borrascosa" señala que "la cumbre (iberoamericana) no sólo ha puesto en evidencia la pugna entre dos modelos políticos en América Latina. Ha mostrado, además, las dificultades a las que se enfrenta cualquier política exterior cuando el grado de ruptura entre las principales fuerzas llega a los extremos que se han alcanzado en España".

ABC: "El Rey no se calla"

En el editorial "El Rey se planta" opina que "las instituciones españolas, así como el empresariado y los ciudadanos saben también hoy, como lo han sabido siempre, que velar por los intereses de nuestro país, por nuestra estabilidad y por nuestro prestigio en el mundo no es un mero ejercicio de retórica. Es un deber que el Rey asume de modo ejemplar y acorde a su responsabilidad".

MUNDO: "¿Por qué no te callas?"

En el editorial "El Rey puso a Chávez en su sitio en nombre de los españoles" dice que "Chávez, y en menor medida Evo Morales y Daniel Ortega, han tomado el relevo de Castro y conforman una izquierda populista, antisistema y con un discurso antiimperialista que culpa a España y a las empresas españolas de la pobreza de los países donde ellos gobiernan. Una izquierda, por cierto, muy diferente a la que representan la presidenta chilena, Michelle Bachelet -excelente anfitriona de la Cumbre-, o el presidente brasileño, Lula da Silva"

LA RAZÓN: "El Rey, ante los insultos de Chávez a Aznar: '¿Por qué no te callas?', "El Rey se va, Zapatero se queda"

En el editorial "El Rey, en defensa de España" dice que "la acción exterior española no ha sabido hacerse respetar ni mantener la capacidad de influencia que cabría esperar de un país con la presencia económica de España. Haría bien el Gobierno en recapacitar sobre esta situación y asumir que los intereses nacionales necesitan un cambio en la política con Iberoamérica".

PÚBLICO: "La cumbre acaba en bronca", "El Rey pierde los nervios con Hugo Chávez: "¿ Por qué no te callas?"", "Zapatero mantiene una dura disputa por defender a Aznar"

En el editorial, que se titula "Una lección para Aznar" afirma que el ex-presidente se ha convertido en un "anti-embajador de España" y aprovecha cada ocasión para "cargar contra el Gobierno de su país". También expresa que "Hugo Chávez tenía algo de razón cuando criticaba el papel que jugó el Gobierno de Aznar durante el golpe de estado de 2002 en Venezuela, aunque ayer no fuese ni el día, ni el interlocutor ni el lugar oportuno para el debate".

LA VANGUARDIA: en su editorial "Una cumbre por tierra", pone de manifiesto que "con seguridad, Hugo Chávez pretende ir más allá al tensar la cumbre con ayuda de su socio, el ex sandinista Daniel Ortega, que fue quien encendió la mecha al acusar de mafiosos a los empresarios españoles en su país, palabras que provocaron el gesto real de abandonar la sala".

"En todo caso -subraya- el incidente tendrá sin duda consecuencias para las relaciones de España con Venezuela y deja en el aire la presencia de este país caribeño en las próximas cumbres iberoamericanas".

El editorial de EL PERIODICO, "Excesos de Chávez y errores del PP", considera que la intervención de Don Juan Carlos al pedirle a Chávez que se callara "tal vez no era lo más adecuado. Pero el calentón del Monarca refleja hasta qué punto era incómoda para la delegación española la diatriba del venezolano. Fue una buena decisión que el Rey volviera a la reunión tras el incidente".

Además, critica la actitud del PP después de este incidente y señala que el propio Aznar "tuvo que salir a rectificar al PP agradeciendo la defensa de Zapatero y el Rey, enmendando de paso la plana a otros portavoces populares que demuestran que el partido que más habla de patriotismo es, a menudo, el que no lo demuestra".