Pedro Sánchez ha vuelto este lunes al plató de Pedro Piqueras durante los Informativos de Telecinco, después de que en octubre se viera obligado a cancelar la entrevista con motivo del estallido de la crisis socialista y de la ruptura interna sin precedentes que se vivió el 1 de octubre en Ferraz, que finalmente terminó con su renuncia, un suceso que ha definido como un "derrocamiento" contra el por entonces secretario general.

Su encuentro con Piqueras (la primera entrevista que concede tras la que ofreció a 20minutos.es el pasado mes de febrero), se ha producido horas antes de que presente oficialmente su candidatura este martes. Y durante esos minutos, ha defendido uno de los tres proyectos que aspiran a reconducir el PSOE y que se someterán a los votos de la militancia el próximo 21 de mayo. El suyo busca "resituar" a su partido en la izquierda para presentarse como "la alternativa al PP". "El PSOE debe liderar la izquierda, y son los militantes quienes deberán votar y decidir entre dos modelos distintos, pero no antagónicos, que pueden convivir dentro del PSOE: un rumbo a la izquierda creíble, autónomo o un Partido Socialista que se ha quedado a la deriva por Mariano Rajoy".

Sobre el 1 de octubre, la jornada de caos y tensión que acabó con la dimisión de Pedro Sánchez, ha asegurado que el "derrocamiento por parte de ciertos dirigentes" fue un golpe duro en el plano personal. Pero ha recordado en reiteradas ocasiones que en mayo se dará voz a la militancia: "Han pasado unos cuantos meses y los militantes van a tener la oportunidad de votar ese proyecto impuesto o el que humildemente estamos liderando muchos, que es recuperar las señas de identidad del PSOE".

Su mayor preocupación, según ha asegurado, es "la quiebra de confianza que existe entre los afiliados y parte de la dirigencia". Con todo, se presenta como la persona idónea que busca reconstruir "la credibilidad perdida para con los votantes" porque, para él, "el PSOE tiene una crisis de identidad. Muchos creen que ha dejado de ser un partido de la izquierda".

Preguntado sobre el "choque de trenes" que parece existir con Susana Díaz, el ex secretario general socialista ha negado que sea así y ha evitado entrar en temas personales. Sí ha criticado, no obstante, el proyecto que defiende Díaz: "El 21 de mayo está en juego si se quiere ser la primera fuerza política de este país... o la tercera". Ha descartado, además, la idea de que el suyo sea un proyecto más cerca de la ideología de Podemos y que Díaz se haya "derechizado".

Se ha pronunciado, por otro lado, sobre la candidatura de Patxi López, el tercer aspirante que se desligó del proyecto de Sánchez para liderar el suyo propio: "Para mí es duro, han sido personas que han colaborado conmigo y que saben lo que ha pasado en estos tres años. Nadie mejor que yo sabe lo que significa estar cuestionado internamente y eso le da armas a la derecha política". Por ello, ha asegurado, "la única palabra que saldrá de mi boca después del proceso de primarias será lealtad con el resultado". "Exigiré lealtad y me la exigiré a mí mismo con el resultado. Sé lo que significa estar cuestionado a diario y eso debilita nuestra organización".

Esta entrevista se produce después de que este lunes se activara el proceso de primarias con la apertura de un plazo de tres días para la presentación de las precandidaturas, al que seguirá otro de dos semanas para la recogida de avales, del 20 de abril al 4 de mayo.