En una operación realizada por Agentes de la Policía Nacional se ha conseguido liberar a cinco mujeres que eran explotadas sexualmente en el País Vasco y Cantabria. Al parecer, ha sido una llamada telefónica lo que ha alertado al cuerpo policial de lo sucedido.

Según la Dirección General de la Policía, en la operación realizada se han detenido a cuatro personas que explotaban sexualmente a mujeres y ofrecían sustancias estupefacientes a los clientes. El grupo que se ha desarticulado estaba formado por una mujer, su hija y sus parejas. La matriarca del clan era la encargada de organizar el viaje de las víctimas hasta España, donde eran trasladadas a los pisos de citas.

Durante la investigación se descubrió que la banda contralaba tres apartamentos en las provincias de Cantabria y Guipúzcoa. Además, se ha revelado que el clan pudo adquirir, durante el tiempo que duró la investigación, dos nuevos inmuebles en Irún y Vergara.

Al parecer, fue una información anónima lo que puso a los agentes en conocimiento de la situación. Estos se desplazaron al lugar donde supuestamente se estaba explotando varias mujeres. En el lugar se encontró a una mujer que había sido víctima del grupo de proxenetas. Según la víctima, era obligada a ejercer la prostitución las 24 horas del día, siendo controlada constantemente y siendo acompañada por los proxenetas cada vez que salía del apartamento.

Además, se ha intervenido un portátil, ocho smartphones, 21.595 euros en efectivo, doce cheques al portador por un valor de 1.000 euros cada uno, un cheque al portador por un valor de 3.200 euros, alrededor de 100 gramos de sustancias estupefacientes.

La operación ha sido llevada a cabo por agentes de la Brigada Central Contra la Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras y las Brigadas Provinciales de Extranjería y Fronteras de San Sebastián y Santander.

Por otro lado, la Policía Nacional ha detenido a dos mujeres y un hombre por supuestos delitos relacionados con la prostitución, contra el derecho de los trabajadores y coacciones y amenazas. La detención se produjo el pasado 1 de febrero, dentro de la llamada 'Operación Boavista'.

Según ha informado la Policía, las investigaciones se iniciaron en octubre del año pasado, cuando agentes de la Comisaría de Santiago detectaron que mujeres de origen colombiano estaban "ejerciendo la prostitución en condiciones severas" en un piso de Noia (A Coruña).

La investigación policial pudo determinar que las mujeres procedían de zonas deprimidas de Colombia, donde habrían sido captadas por las detenidas, quienes ofrecían a sus víctimas el acceso a España facilitando los recursos económicos y el pago del pasaje necesario.

Según explica la Policía en un comunicado, así adquirían la deuda que "deberían pagar en España". También se fijaban compromisos personales de los familiares de las chicas, para el caso de que "se escapasen o no ejerciesen la prostitución, aquellos deberán abonar la cantidad adeudada que alcanzaba la cifra de 2,2 millones de pesos colombianos, unos 2.000 euros.

Si las mujeres eran rechazadas al entrar en España, la Policía subraya que lo intentaban a través de otros países europeos, donde el control fuera menor, especialmente si era de tránsito, y al llegar a Madrid y, a través de un enlace, se facilitaba el transporte de las chicas hasta la localidad de Noia, donde ejercían la prostitución.

A las mujeres no les permitían abandonar la localidad ni el piso, salvo en alguna contada ocasión para ir de compras a Santiago y siempre acompañadas. Debían dedicarse a la prostitución las 24 horas del día los siete días de la semana desde que llegaron a ese piso, hasta que saldaran completamente la "deuda" contraída.

De los servicios sexuales prestados por las tres jóvenes que convivían, el sistema de trabajo era siempre el mismo: el cliente llamaba a la proxeneta e, independientemente de la hora, el cliente se acercaba a la dirección indicada y las mujeres debían salir a recibirle para que escogiese con cual se quería ir. Los servicios sexuales eran cobrados íntegramente por los proxenetas y, al día siguiente, le era entregada la mitad de la cantidad a la mujer.

Cuando las mujeres eran ya muy conocidas, solían desplazarlas a otros pisos que controlaban las detenidas en otras localidades de las provincias de León o Pontevedra, para seguir ejerciendo la prostitución. '

La 'Operación Boavista' ha sido gestionada por la Brigada Extranjería y Fronteras de Santiago en colaboración con la Brigada Central de Trata de Seres Humanos y la Brigada de Extranjería de Ponferrada, y ha permitido liberar de la explotación sexual a tres mujeres de origen colombiano que estarán, a partir de ahora, bajo la protección policial y de los servicios sociales.

Los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción numero 2 de la localidad de Noia (A Coruña).