"Asistimos a una reducción silenciosa de las pensiones, nadie sabe lo que va a cobrar"

Las cifras dibujan una realidad difícil para las jubilaciones futuras.
Las cifras dibujan una realidad difícil para las jubilaciones futuras.
EP
Las cifras dibujan una realidad difícil para las jubilaciones futuras.

La jubilación se ha convertido en uno de los asuntos económicos de mayor relevancia a nivel europeo. Vivimos más y se registran menos nacimientos, una combinación que produce un desajuste serio en la sociedad y que afecta directamente a áreas como la sanidad o el sistema público de pensiones. Este fenómeno ha provocado un reajuste de políticas en los países miembros de la Unión Europea destinado a que el impacto sea lo menos dañino posible. Pero las cifras dibujan una realidad muy difícil para las jubilaciones futuras.

El Gobierno español ha reconocido que "previsiblemente" la hucha de las pensiones se agotará el próximo año. ¿Qué quiere decir esto exactamente?

El Estado cuenta con el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, que se conoce como la hucha de las pensiones, que ha permitido atender todas las situaciones especiales cuando se ha producido un desequilibrio entre los ingresos y gastos de la Seguridad Social. Dicho fondo ha estado creciendo durante los ejercicios en los que el país registraba superávit, lo que ha permitido tener un remanente para pagar las pensiones contributivas cuando ha sido necesario.

Pero ha sido tan frecuente su uso en los últimos años, que se ha llegado a una situación crítica. Los últimos datos publicados por el Ministerio de Empleo indican que el Fondo de Reserva tenía acumulados 24.207 millones de euros en el pasado mes de julio, tras retirar casi 10.000 millones para abonar la extra del verano a los jubilados.

Si se continúa por este camino, el dinero se habrá agotado en 2017. Es más, los presupuestos enviados por el Gobierno cuando estaba en funciones a Bruselas, reconocen un déficit para la Seguridad Social del 1,7% para este año, y del 1,4% para el próximo, lo que supondrían unos 31.000 millones.

Está claro que las cifras no cuadran y que el modelo diseñado para pagar las pensiones en España ha dejado de ser efectivo tal y como estaba concebido en un principio.

"El problema del Fondo de Reserva es que se va a agotar sin haber conseguido equilibrar el sistema; es decir, a pesar del vigor mostrado por el mercado laboral, con excelentes datos de empleo y afiliación, las cuentas de la Seguridad Social siguen en números rojos", explica José Luis Manrique, director de estudios del Observatorio Inverco.

La situación es tan extrema que Mariano Rajoy ha anunciado la necesidad de abordar con urgencia una revisión del Pacto de Toledo –integrado por diferentes partidos políticos para analizar, discutir y garantizar las pensiones–.

"Nadie sabe lo que va a cobrar"

Manrique contempla tres posibles soluciones: "Liberar a la Seguridad Social de cargas que tiene en la actualidad, como determinadas prestaciones que pasarían a financiarse vía presupuestos; encontrar fuentes alternativas de financiación, que con toda seguridad pasarían por un aumento de la carga fiscal del contribuyente (es decir, a través de impuestos) e introducir una parte de capitalización en el sistema de pensiones que complemente al público de reparto".

En cualquier caso, las futuras pensiones tienen visos de que serán completamente diferentes a las de ahora. "Afortunadamente, cada vez vivimos más y hay que tener en cuenta que el sistema público de pensiones se financia con las cotizaciones de los trabajadores, y que con el tiempo habrá más jubilados que pensionistas en activo. Nuestra pensión será un 40% inferior a la de nuestros padres. Y estos son datos que no decimos nosotros, proceden de la Comisión Europea. Es la realidad de las próximas décadas. Los que nacimos en el baby boom generaremos un extra, y de 200.000 jubilados pasaremos a 400.000 a finales de 2020 y principios de 2030", explica Ángel Martínez-Aldama, presidente de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco).

Hoy en día, la tasa de sustitución (relación entre el último salario cobrado y la pensión) es del 80%; una de las más altas de la OCDE.

Esta cuantía se irá reduciendo poco a poco y se igualará a la de otros países, según la CE. Por ejemplo, en Irlanda se encuentra en el 35% y en Alemania, en el 50%; en estos países complementan las pensiones con ahorro privado.

Aldama se muestra preocupado por el desconocimiento de la situación por parte de la sociedad. "Estamos asistiendo a una reducción silenciosa de las pensiones porque nadie sabe lo que va a cobrar", dice. A su juicio, este es uno de los primeros pasos que debería abordar el nuevo Gobierno. "Tiene que aprobar un Real Decreto y a partir de ahí que cada uno tome sus decisiones", afirma.

Desde la patronal existe el convencimiento absoluto de que las futuras pensiones públicas necesitarán complementarse con el ahorro privado en el futuro. "El envejecimiento de la población española es una muy buena noticia, pero debe haber un cambio de hábitos, especialmente los que se dirigen a la jubilación", subraya Ángel Martínez Aldama.

"Cuanto antes empieces ahorrar , mejor será tu jubilación", reza el último de los eslóganes publicitarios de Inverco, presentado recientemente para ayudar a la población a acercar la realidad del presente y futuro de las pensiones.

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