BIO Nació el 16 de noviembre de 1947 en Cumaná (Venezuela). Estudió Periodismo y Sociología en la Universidad Católica de Caracas. Ha sido diputado en el Parlamento del País Vasco y portavoz del PNV en el Congreso desde 1986 hasta 2004. Es secretario primero del Senado.

ETA nace en el año 1960 y el PNV tiene 112 años, y lo que quiere el PNV es que ETA desaparezca. Si algo nos caracteriza es que somos más tercos que una mula y seguimos en lo mismo desde hace mucho tiempo.

¿No le parece que en el PNV se ha impuesto el ala más radical y que ésa es la causa de la dimisión de Josu Jon Imaz?

Imaz quizás era partidario de otro tipo de estrategia. Ahora viene otra persona que es Iñigo Urkullu, que se puede decir que comulga con las ideas de Imaz. Urkullu no es un aventurero. Conoce el partido, es un hombre discreto, y es como el buey, que sabe por dónde tiene que ir. Tiene tras de sí a la organización de Vizcaya, que es la que tiene más afiliación.

Si Urkullu defiende las ideas de Imaz, estará en minoría...

Bueno, ahora se abre otro mundo. La situación ya no es la misma y habrá que acomodar los intereses del partido y del Gobierno.

¿Por qué les angustia a ustedes tanto la división interna y les trae sin cuidado la fractura social?

La división interna nos angustia porque en 1986 se enfrentaron Garaikoetxea y Arzalluz y eso fue muy traumático. Se perdieron amistades y se partieron familias. La fractura social no tiene razón de ser porque en democracia consultar a la población no tiene que ser un drama. Hemos visto a un líder escocés, apellidado Salmon, decir que quiere hacer esto en Escocia, se ha consultado en Québec, y no ha pasado nada. Y estamos viendo lo que está sucediendo en Bélgica, donde llevan 120 días sin formar gobierno porque no se entienden flamencos y valones. Ocurre en todos los países, pero aquí tiene un plus de dramatismo.

¿El nuevo plan de Ibarretxe une a los vascos o los divide?

Hombre, tendría que unirlos porque no es un plan para fracturar a la sociedad.

¿Y usted lo critica como el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, o es partidario como Egibar?

Yo me atengo a lo que ha dicho Urkullu: que no nos vamos a salir del guión hasta junio de 2008. Damos un plazo de nueve meses para que se llegue a un acuerdo; luego, Dios dirá.

¿Pero usted cree que la consulta se va a hacer?

Para hacerla se necesita permiso. Por lo que se dice por aquí, no lo habrá. Hay mucho miedo a todo y no van a permitirla.

¿Por qué la renuncia de ETA a la violencia era un requisito antes para convocar un referéndum y ya no lo es?

Porque ha fracasado un proceso de paz, donde ETA ha optado por seguir matando. Ibarretxe ha dicho que ya está bien, que no vamos a estar pendientes eternamente de lo que ETA quiera hacer y que vamos a iniciar otro camino.

La convocatoria no sería legal…

¿Por qué no iba a ser legal? Si hubiera inteligencia política en Madrid, debería ser legal. Los que creen que van a ganar no quieren permitir un referéndum y los que teóricamente vamos a perder queremos que se someta a consideración. Es un mundo de locos éste.

Si los vascos tienen derecho a decidir, tendrán también derecho a no decidir. ¿Cómo están tan seguros de que la mayoría apoya la consulta?

Fundamentalmente porque es algo por lo que nunca se les ha preguntado, como tampoco se ha preguntado por la monarquía. ¿Por qué en democracia no se pueden hacer preguntas? Lo que quiere el lehendakari es que se le diga a ETA que eso es lo que piensa la sociedad vasca.

Suele decir usted que el PNV camina lento pero seguro. Lento, ¿hacia dónde?

El PNV da siempre pasos seguros. A nosotros nos obsesionan dos cosas: acabar con ETA y que la gente viva mucho mejor de lo que lo hace desde el punto de vista político.

¿Y por qué no plantean directamente un referéndum sobre la independencia y dejan de dar vueltas a la noria?

Si con esta consulta se monta semejante lío, imagínese con eso. En cierta manera, lo que está haciendo Ibarretxe es romper tabúes. Fue el primero que planteó modificar el Estatuto y como consecuencia de eso, todos los demás –el catalán, el andaluz, el valenciano, etc.– se están reformando. Todos menos el vasco, que no se admitió a trámite.

Hombre, es que ninguno planteaba un Estado libre asociado…

Lo que se planteaba era un estatus de libre adhesión, que no es lo mismo. Yo no sé qué pasa aquí en Madrid, pero resulta que ahora se ve el plan Ibarretxe mucho mejor que la actual propuesta. Como no se nos hace caso, tenemos que hacer propuestas de ese tipo.

No sabemos si habrá consulta, pero sí que Ibarretxe se ha asegurado repetir como candidato del PNV…

Nadie en el PNV pone en cuestión el liderazgo de Ibarretxe.

O sea, que tendremos Ibarretxe para rato.

Si él lo quiere, sí.

¿Por qué es dar alas a los extremistas poner una bandera de España en un Ayuntamiento vasco?

Que la gente se mate o se enfade por un trozo de tela no es normal. En Euskadi la bandera española ha estado muy asociada al franquismo. Tendrá que pasar tiempo y alguna generación para que eso se asiente. Más o menos funcionaban las cosas correctamente y ahora el PP ha dado una patada al avispero. Están envueltos en la bandera española, quieren ponerle letra al himno… A toda fuerza se le opone otra igual, pero en sentido contrario. Es una pena, pero es así.

Y usted recomienda cierta laxitud…

Por supuesto. Mirar hacia otra parte. Cuando me dicen que está en la ley, les contesto que también el Estatuto de Guernica es una ley orgánica refrendada por el pueblo y no se cumple. Hay muchas leyes que no se cumplen ni de lejos. ¿Por qué se tiene que cumplir precisamente ésa?

Por cierto, ¿qué problemas tiene con el Rey?

Yo estoy en contra de esa glorificación absurda y papanata de la transición política española. Estoy hasta las narices de escuchar que el Rey y Suárez trajeron la democracia. Me rebelo contra eso. La democracia la trajo el pueblo con su voto, ya está bien. Alguien piensa que en 2007 íbamos a estar bajo la bota de un militar? Hay un sistema reverencial que impide hablar y tocar ciertos temas. Ya me gustaría saber qué pasó de verdad el 23-F. A mí me sacó de quicio que se secuestrara El Jueves. Me parece muchísimo más grave que unos empresarios mallorquines le regalen al Rey el Bribón número catorce y no haya ninguna fiscalización. ¿Por qué se lo regalan? ¿Es para él o para el Patrimonio del Estado? ¿Qué tráfico de influencias hay por detrás? No es serio en democracia que desaparezca el tío y se vaya a cazar osos. Y, sobre todo, los que me sacan de quicio son los socialistas, que han pasado de monárquicos a cortesanos.

A ver si le van a acusar de injurias al Rey…

Que me acusen, me trae sin cuidado.

¿Ha llegado el momento de poner en cuestión la monarquía? ¿Estaría por hacer una consulta sobre el Rey?

No, porque el presidente de la República nunca sería del PNV. Entonces, prefiero lo malo conocido que lo bueno por conocer. Me horrorizaría que el presidente de la República pudiera ser Aznar o Peces-Barba.

En dos palabras: "No cambio de peluquero"

¿Reza alguna vez? Sí, sobre todo en el avión cuando se mueve demasiado.

¿Qué guarda debajo de la cama? Nada.

¿Canta en la ducha? Nunca.

¿Qué hace si se desvela de noche? No suelo; cuando me ha ocurrido, escribo.

¿Qué ruido le parece más insoportable? El del dentista.

¿Cambia mucho de peluquero? Evidentemente, no.

¿En qué caprichos gasta más dinero? En libros.

¿Cuáles tiene en la mesilla? Uno que ha salido sobre la monarquía y otro sobre cómo cayó Alfonso XIII escrito por Miguel Maura.

¿Su última resaca? Hace tres años.

Sin respirar: "No aguanto estupideces"

Adora La tranquilidad. Detesta El papanatismo, la hipocresía. Teme Alguna enfermedad. Aspira A acabar mi vida política en Madrid la siguiente legislatura. Colecciona Papeles viejos. Una manía Un cierto orden. Un defecto No aguanto estupideces. Una virtud La constancia.