Golpe de Estado fallido en Turquía: 290 muertos y más de 6.000 detenidos

Policías y civiles turcos se suben a un tanque para proclamar el fracaso del golpe de estado militar en Turquía.
Policías y civiles turcos se suben a un tanque para proclamar el fracaso del golpe de estado militar en Turquía.
GTRES
Policías y civiles turcos se suben a un tanque para proclamar el fracaso del golpe de estado militar en Turquía.

El Gobierno turco ha llevado a cabo un auténtica purga militar y política tras el levantamiento militar fallido llevado a cabo este viernes por un grupo de militares turcos. Al menos 290 personas han muerto —190 civiles— en todo el país durante este intento de golpe de Estado en Turquía y otras 1.440 resultaron heridas, según el último balance.

El ministro de Justicia ha informado este domingo de que más de 6.000 personas han sido detenidas por su supuesta relación con la intentona golpista. "Habrá más detenciones", ha avanzado Bekir Bozdag. Hasta este sábado se había detenido a 2.800 militares y destituido a cinco generales y 29 coroneles. También fue liberado Hulusi Akar, el jefe del Estado Mayor que había sido capturado por los golpistas.

Tras el fallido golpe militar, un total de 2.745 jueces fueron destituidos por la Junta Superior de Jueces y Fiscales. Al mismo tiempo, el Consejo presidido por el ministro de Justicia, Bekir Bozdag, destituyó a cinco de sus 22 miembros, mientras que una orden de detención fue emitida contra nueve jueces del Tribunal Supremo del país. Según el Gobierno turco, todos son sospechosos de estar relacionados con el predicador Fetullah Gülen, exiliado en Estados Unidos y enemigo del gobernante partido islamista AKP.

Desde el primer momento del golpe de Estado, el Gobierno turco presidido por Erdogan pidió a la población que se echara a la calle contra los militares rebeldes. El ministro de Justicia, Bekir Bozdag, llegó a instar a los turcos a que "saltaran sobre los tanques". Poco después de confirmarse el levantamiento, los militares hicieron leer un comunicado en la emisora pública TRT en el que acusaron a Erdogan de "traidor" y de haber establecido un "régimen autoritario del miedo".

La llamada de Erdogan, unida al respaldo internacional y al apoyo político interno, reactivó a una población que se daba por convencida del triunfo del golpe en torno a las 23.05 horas, cuando los golpistas tomaron la sede de la cadena estatal TRT, declararon la ley marcial, ratificaron su falsa victoria y anunciaron incluso la apertura de un nuevo proceso constituyente.

Los cuatro partidos turcos con representación parlamentaria han aprobado una declaración conjunta en el Parlamento para condenar el intento de golpe de Estado, un gesto significativo debido a las profundas diferencias que los separan. "Nosotros, los grupos parlamentarios de los cuatro partidos, condenamos contundentemente el intento de golpe de Estado contra nuestra gran nación, la voluntad nacional, el Estado, los diputados y el Parlamento como su reflejo y los ataques contra el propio Parlamento", señala la declaración, leída por el presidente de la cámara, Ismail Kahraman.

Quién está detrás del golpe

La cúpula del poder ha insistido en que tras el sublevamiento militar está Fetullah Gülen, de 75 años, un predicador islamista exiliado desde años en Estados Unidos, y que cuenta con muchos seguidores en la policía y la judicatura turca.

En su día aliado de Erdogan y de su partido, el islamista AKP, desde hace varios años es uno de los mayores enemigos del Gobierno, que lo acusa de terrorismo y de querer desestabilizar al país. Pese a estas acusaciones, Gülen ha condenado el golpe de Estado desde el exilio y ha negado "categóricamente" estar detrás de la rebelión militar.

Incluso ha llegado a insinuar que Erdogan pudo haber orquestado el golpe: "Hay un ligera posibilidad de que fuera un golpe escenificado", aseguró Gülen.

Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha hecho un llamamiento público a Estados Unidos para que este país entregue a Ankara a Gülen: "Que nos entreguen al personaje de Pensilvania", clamó Erdogan en referencia a Gülem durante una comparecencia ante miles de sus seguidores en una céntrica plaza de Estambul.

Caos en Ankara y Estambul

El intento del golpe fue especialmente duro en Ankara y en Estambul. Explosiones, tiroteos y el vuelo rasante de aviones de combate fueron una constante en la capital del país y en Estambul a lo largo de la noche del viernes al sábado. El propio Parlamento, en Ankara, fue objetivo de un bombardeo aéreo.

Turquía es miembro de la OTAN y un importante vecino de la UE, con la que hay abiertas negociaciones de ingreso desde 2005 (aunque el proceso apenas ha avanzado en los últimos años), y es un país estratégico en el tránsito a Europa de inmigrantes desde Asia, especialmente refugiados sirios.

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