Tan sólo ocho meses después de su primer cara a cara, los líderes de Ciudadanos, Albert Rivera y de Podemos, Pablo Iglesias, repitieron intercambio de opiniones en el programa Salvados, de Jordi Évole, emitido por La Sexta.

Sin embargo, el periodo postelectoral ha enrarecido la relación entre ambos, que ya venían haciéndose duras acusaciones por Twitter, y que culminó con una tensa charla en el citado programa.

Pero eso no se tradujo en audiencia y el formato perdió dos millones de espectadores respecto a la primera emisión. Este domingo Salvados hizo un 18,2% de cuota de pantalla y 3,2 millones de espectadores, frente al 25,2% de share y 5,2 millones de espectadores de la primera emisión.

Entre otras cosas, los candidatos a la Presidencia de Podemos y de Ciudadanos se acusaron mutuamente de ser los culpables de que siga gobernando el PP, y mientras el primero ha criticó a C's por ser una filial de los populares, el segundo le culpó de impedir un acuerdo para formar Gobierno.

Nada que ver con el anterior cara a cara en el mismo programa, celebrado durante la precampaña para las elecciones del 20 de diciembre en el bar "Tío Cuco" de Barcelona, en el que estuvieron de acuerdo en tantas cosas que Iglesias hasta bromeó diciendo: "Como esto siga así, nos presentamos juntos a las elecciones".

Este segundo debate tuvo un tono marcadamente agrio, con encontronazos continuos: si Iglesias avisaba en varias ocasiones a Rivera de que estaba "muy nervioso", el presidente de C's le llegó a decir al final del "duelo" que estaba echando "cal viva", en alusión a las polémicas palabras del líder de Podemos durante la investidura, recordando a los socialistas el pasado de los GAL.

Jordi Évole llegaba a preguntar a los participantes si de verdad querían continuar con ese tono, admitiendo, eso sí, que "televisivamente funciona".