Ferrer, disidente cubano: "Espero que nuestra reunión con Obama sea ejemplo para otros políticos"

  • El coordinador general de la Unpacu fue uno de los trece opositores al Gobierno cubano que estuvo en el encuentro con el presidente de EE UU.
  • "Vimos que había interés en, además de escuchar los planteamientos lógicos que se le hicieron, buscar cómo trabajar a favor de ellos", afirma.
  • Algunos presentes fueron críticos con la Administración estadounidense porque creen que se le da mucho al régimen castrista a cambio de poco.
José Daniel Ferrer (primero por la izquierda), en la reunión que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, mantuvo con un grupo de disidentes cubanos en la embajada estadounidense en La Habana.
José Daniel Ferrer (primero por la izquierda), en la reunión que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, mantuvo con un grupo de disidentes cubanos en la embajada estadounidense en La Habana.
GTRES
José Daniel Ferrer (primero por la izquierda), en la reunión que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, mantuvo con un grupo de disidentes cubanos en la embajada estadounidense en La Habana.

José Daniel Ferrer García es uno de los trece disidentes cubanos que el martes se reunieron con el presidente de EE UU, Barack Obama, en su histórica visita a La Habana. El coordinador general de Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) considera que fue un encuentro muy positivo y espera que sirva de ejemplo para que cuando otros gobiernos viajen a la isla "busquen encontrarse con la oposición y no se dejen chantajear ni presionar por un régimen que solo se mantiene en el poder por inercia".

¿Qué valoración hace de la reunión con Obama?

Ocurrió de una manera muy cordial, muy positiva. Estuvimos unos 40 o 45 minutos conversando con él. Los trece tuvimos la oportunidad de explicar nuestros puntos de vista, la mayoría muy de acuerdo con la política actual del Gobierno estadounidense hacia la mayor de las Antillas, y le felicitamos por el importante discurso que pronunció. Le habló a un pueblo que no siempre puede oír un discurso claro, preciso, constructivo, un discurso de cara al futuro, de cara a ayudar a reconstruir la nación, que tanto ha sufrido por más de medio siglo de políticas de corte estalinista. Y eso el pueblo cubano lo agradece mucho. Le alegra enormemente oír lo que ellos quisiesen decir y el régimen generalmente no les deja.

¿Qué le plantearon?

Hubo muchos planteamientos. Hubo quien le pidió que hiciese todo lo posible en este proceso para que el régimen permita que los cubanos que viven en la diáspora y desean venir a Cuba o ejercer sus derechos como cubanos lo puedan hacer. Hubo planteamientos a favor de que el Gobierno estadounidense ayude a los cubanos a tener mayor acceso a internet, a poder difundir y recibir información sin censura. Se habló de la importancia que tiene la solidaridad del Gobierno estadounidense y el ejemplo que acaba de dar Barack Obama para políticos europeos y de América Latina que pasan por Cuba y no tienen esos gestos a favor de los demócratas ni esas palabras claras a favor del pueblo que sufre represión y vive en la más profunda miseria. Varios manifestamos que esperamos que el presidente estadounidense y las Administraciones posteriores acaben de levantar el embargo y mantengan la solidaridad para que ayuden a los cubanos a luchar contra el bloqueo que la dictadura nos impone. Hubo también críticas. Dos de los presentes criticaron mucho el proceso porque consideran que le da demasiado al régimen castrista y le exige poco y un tercer invitado apuntó que veía unas cosas positivas pero otras las veía negativas.

¿Esos dos asistentes críticos fueron las Damas de Blanco y Antonio González-Rodiles?

Exactamente. Ellos fueron los más críticos con esa política e incluso con la visita. Manifestaron que creían que no debía haber ocurrido, que no era el momento. Guillermo Fariñas fue el que planteó que veía puntos positivos y puntos negativos porque no era el momento todavía de venir acá o de comenzar este proceso que la Administración viene desarrollando.

¿El presidente estadounidense les dio alguna respuesta o solución a las reivindicaciones que le expusieron?

Por lo menos vimos que había disposición e interés en, además de escuchar los planteamientos lógicos que se le hicieron, buscar cómo trabajar a favor de ellos. Creemos que sí, que se tomaron notas que van a ser tenidas en cuenta.

Obama dijo en una carta que le mandó a las Damas de Blanco que iba a tratar el tema de los derechos humanos con Raúl Castro. En ese punto, ¿se va a poder avanzar?

Muy poco porque la esencia del régimen lo impide. No quiere una transición hacia la democracia. Raúl Castro se empeña en que lo que vaya a pasar pase después de él. Mientras él esté no va a ceder. De hecho, el mismo presidente estadounidense manifestó que hay profundas diferencias en ese campo y que no existe hasta el momento el más mínimo entendimiento. Para el régimen, la libertad de expresión solo existe para apoyar y aplaudir al sistema.

¿Cómo vio la comparecencia de Raúl Castro ante los medios?

Fue fatal para él y muy conveniente para nosotros. Se supone que debe estar preparado para responder preguntas incómodas y era de esperar que alguien le iba a preguntar por el tema de los derechos humanos y de los presos políticos. Responder de esa manera, perder el control y ponerse tan nervioso hizo que la lista de los presos políticos se hiciese muy famosa esa tarde. Sus periodistas preguntan lo que él les dice que le pregunten y tener que enfrentarse a periodistas que preguntan lo que quieren le resulta algo muy incómodo.

¿Qué esperan que pueda pasar a partir de ahora?

Las expectativas que teníamos se han cumplido en su totalidad. A partir de ahora esperamos que este proceso continúe y en la medida que así sea, nosotros, los demócratas cubanos, seamos lo suficientemente audaces e inteligentes para sacarle el mayor provecho a favor de nuestra causa, que es la democratización de nuestra patria. Esperamos también que otros gobiernos del mundo libre imiten en cierta manera el ejemplo del Gobierno estadounidense y que cuando vengan a Cuba busquen encontrarse con la oposición y no se dejen chantajear ni presionar por un régimen que solo se mantiene en el poder por inercia. El pueblo no lo quiere. Está en una situación muy compleja y el mundo libre, Europa, puede presionar y lograr más cosas de las que ha logrado hasta ahora. Entendemos que la Unión Europea está en las mismas condiciones que los norteamericanos para venir a Cuba, decir que se quiere reunir con los disidentes y el régimen no poder negarse. Sabemos que no es una unión como la de los 50 estados norteamericanos, que hay diferentes criterios y que la diplomacia exterior se maneja de manera muy compleja pero pueden ser muy solidarios. También esperamos que los pequeños espacios a los que el régimen se está viendo obligado, como el acceso a internet en ciertos puntos, que todavía es muy caro, se sigan abriendo y que el intercambio entre pueblos, entre ciudadanos, los viajes, nos vayan ayudando a nosotros para poder desarrollar mejor nuestra labor.

Hablaba de la Unión Europea, ¿cómo ve en concreto el papel de España?

El Partido Popular siempre ha sido muy solidario cuando está en la oposición, pero cuando está en el poder esa solidaridad disminuye considerablemente. Me gustaría de España una postura más clara, más firme. Cuando vino el ministro de Exteriores, [José Manuel García] Margallo, tuvo un discurso muy positivo, que agradecimos mucho, pero nos hubiese gustado que hubiese presionado un poco más. Cuando el régimen le diga que no quiere que se reúna con los opositores ahora puede responderle si es que entonces le considera menos que a los Estados Unidos. A partir de ahora se le va a poder plantear: ¿A ellos sí se lo permites y a nosotros no? A partir de ahora esperamos que se pueda utilizar esa baza.

¿No le pone entonces ningún pero a la visita de Obama?

No. Creemos que fue lo que debía ser porque somos nosotros los que debemos hacer más. Nosotros pedimos solidaridad, tanto a Estados Unidos como a Europa y a otras partes del mundo libre, pero no podemos pedirles que hagan nuestra labor. Somos nosotros los que tenemos que luchar acá para que se den los cambios y las transformaciones necesarias. Con la solidaridad estamos satisfechos y la esperamos de otros también. Si se diesen más visitas similares a esta, el caso cubano sería mucho más conocido en el mundo y eso nos ayudaría a visualizar más entre nuestra propia población la lucha que llevamos adelante por el cambio en Cuba. El discurso de Obama ha sido visto por muchísimas personas y las imágenes de nuestro encuentro con él están siendo descargadas. El martes hubo varias protestas de gente muy valiente que contaron con el apoyo de ciudadanos que llegaron a enfrentarse con la Policía defendiendo a miembros de Unpacu y de otras organizaciones que estuvieron manifestándose en calles de La Habana. Mucha gente se va animando y está viendo que no estamos solos, que el mundo libre es solidario y no como el régimen trata de hacernos creer al decirnos que nadie se interesa por los problemas de nadie y que por lo tanto hay que aguantar tranquilamente, vivir sometido y no arriesgarse porque podría ser peor.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento