El primer ministro belga, Charles Michel, ha asegurado que se temían que en Bruselas fuera a pasar un atentado como el que ha tenido lugar este martes, y que se lo esperaban. "Nuestros temores se han hecho realidad", ha manifestado.

Michel ha comparecido en rueda de prensa para efectuar un primer balance de lo ocurrido. No ha confirmado número de víctimas mortales ni de heridos, y ha informado de que se ha elevado en Bélgica el nivel de amenaza a cuatro: "Se están  desplegando fuerzas militares y reforzando el control de fronteras", ha avanzado el mandatario belga.

En su intervención, Michel ha lanzado una llamada a la calma y la solidaridad ante la difícil situación: "Debemos hacer frente a ello unidos". La misma idea repitió en una rueda de prensa posterior tras la reunión del Consejo Nacional de Seguridad del país: "Nos mantendremos unidos contra los enemigos bárbaros de la libertad y de la democracia", afirmó Michel.

En esa segunda comparecencia, el fiscal federal, Frédéric Van Leeuw, ha asegurado que todavía es pronto para hacer conexiones con los atentados de París. Asimismo, se ha referido a la imagen divulgada de los tres sospechosos en el aeropuerto poco antes de los ataques de Zaventem.

El fiscal ha indicado que los dos de la izquierda eran "probablemente" kamikazes y pudieron haberse inmolado en el atentado, mientras que el de la derecha, con un sombrero y vestido de blanco, habría huido y "está siendo activamente buscado" por las autoridades.

Sobre la autoría de los atentados, que Estado Islámico se ha atribuido, el fiscal federal ha asegurado que "todavía no es posible verificar" esa reivindicación.

Además, ha informado de que hay "varias investigaciones abiertas en numerosos puntos del país", con registros e interrogatorios, así como un gran despliegue policial en toda Bélgica. El fiscal precisó que se ha designado a tres jueces especializados en terrorismo para encargarse del caso.

Además, las fuerzas de seguridad belgas han encontrado un artefacto explosivo, productos químicos y una bandera del grupo terrorista Estado Islámico en el registro de una vivienda en el distrito bruselense de Schaerbeek, según informó la Fiscalía federal de Bélgica en un comunicado.