La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) destacó este miércoles que España es el país de Europa que más cocaína y cannabis decomisa, mientras que los índices de consumo de esas sustancias, aunque altos, tienden a la baja.

"España, uno de los principales puntos de entrada del cannabis producido en Marruecos, informó de haberse incautado de más de dos tercios del volumen total de resina de cannabis incautado en Europa", señala la JIFE en su informe anual sobre el año 2015, que difundió este miércoles en Viena.

La JIFE es un órgano independiente dentro del organigrama de Naciones Unidas que vigila el cumplimiento de los tratados internacionales sobre drogas.

El documento, elaborado con datos de años anteriores, asegura que en el año 2013 España se incautó de dos tercios de la resina de cannabis aprehendida en toda Europa, que ascendió a un total de 460 toneladas.

Ese año se decomisaron en Europa también 130 toneladas de hierba de cannabis, aunque no se indican las cantidades intervenidas en España.

Sobre el cannabis que llega a Europa se destaca el aumento de la potencia de su principio activo (THC), lo que se puede deber a "la introducción de técnicas de producción intensiva en Europa y, más recientemente, la introducción de plantas de cannabis de gran potencia en Marruecos".

La JIFE destaca que "España es el país europeo donde más cocaína se ha incautado en los últimos años" y señala que en 2013, el 80% de las incautaciones en Europa se hicieron en España, Bélgica, Holanda, Francia e Italia.

El informe indica que, en términos generales, el mercado de la cocaína se ha mantenido estable en Europa, con una prevalencia en el consumo del 1% entre la población adulta.

"En algunos países con niveles de consumo elevados, como Dinamarca, España e Italia, la prevalencia del abuso de cocaína ha disminuido desde 2008", indica la JIFE.

El consumo de cannabis, aunque también elevado, tiene igualmente una tendencia a la baja desde 2008, aunque no se ofrecen cifras concretas de esa evolución.

Por último, se indica que en España se desmantelaron en 2013 dos laboratorios en los que se convertía morfina en heroína, lo que "podría ser indicio de posibles cambios en los canales de abastecimiento de la heroína".