Las cinco enfermeras búlgaras y el médico palestino cuya condena a pena de muerte por el contagio del sida a niños libios fue ratificada por el Tribunal Superior de Libia podrían librarse de la pena capital. Las familias de los niños contagiados han renunciado a la pena de muerte tras haber recibido una indemnización de un millón de dólares por familia.

Así lo ha confirmado un portavoz del colectivo de las familias a la prensa en Trípoli. Tras recibir las indemnizaciones, retiran su exigencia de que los cooperantes sean castigados con la pena capital.

Los sanitarios llevan ya ocho años en prisión y siempre se han declarado inocentes.

El Alto Consejo de Justicia libio debe ahora pronunciarse sobre la revocación de las condenas que pronunciaron los tribunales libios y que fueron ratificadas por el Tribunal Supremo.