Salah Abdeslam, sobre quien pesa una orden de arresto internacional por su supuesta implicación en los atentados de París, habría sido trasladado desde la capital francesa hasta las inmediaciones del estadio Rey Balduino, donde este martes debía jugarse el amistoso Bélgica-España, que fue finalmente suspendido.

"Los servicios de inteligencia disponen de indicaciones sólidas de que prepara un atentado en nuestro país. Tememos que quiera morir como un mártir", publica este martes el diario Het Laatste Nieuws citando a fuentes de la investigación, que advierten de que se trata de un individuo "peligroso", que "se ha dado a la fuga y no tiene nada que perder".

Según el periódico flamenco Het Nieuwsblad, Mohamed Amri y Hamza Attou, los dos acusados de terrorismo en Bélgica en conexión con los atentados de París, dieron explicaciones contradictorias durante los interrogatorios policiales, y uno de ellos (Attou) indicó que Abdeslam había sido conducido por ellos el sábado hasta el estadio de fútbol.

Según Amri, habrían dejado al supuesto terrorista en el distrito bruselense de Molenbeek, donde durante el lunes la policía llevó a cabo distintos registros.

Salah Abdeslam, de 26 años y nacido en Bélgica (aunque con nacionalidad francesa), alquiló el Volkswagen Polo con el que varios terroristas se desplazaron a la sala de conciertos Bataclan de París, en la que asesinaron a 89 personas. Es el hermano de Ibrahim, uno de los terroristas suicidas que se hizo saltar por los aires en los atentados del viernes.

El partido amistoso que iban a disputar este martes las selecciones de Bélgica y España en el estadio Rey Balduino de Bruselas se suspendió por el consejo de un Centro de Crisis belga que alertaba de un "riesgo de atentado", según informó la Real Federación Española de Fútbol.

Después de estudiar un informe del Centro de Crisis de una agencia belga, representantes de la Federación Española, la Federación Belga y de la policía decidieron que el partido se cancelara por "riesgo real de atentado".

Por otro lado, Salah Abdeslam fue parado en un control de carretera en Austria el pasado mes de septiembre, tras el que la Policía le dejó continuar su camino, indicaron este martes  fuentes del Ministerio austríaco del Interior.

Ese control fue rutinario, aclaró el portavoz del Ministerio del Interior, Karl-Heinz Grundböck, quien señaló que en aquel momento no había ninguna investigación sobre el supuesto terrorista, sobre el que pesa ahora una orden de búsqueda y captura.

El control se produjo nada más entrar Abdeslam en Austria desde Alemania el pasado 9 de septiembre, acompañado de otras dos personas. Según señaló Grundböck a la agencia APA, en aquel momento las autoridades austríacas no tenían ningún indicio de que Abdeslam estuviera implicado en actividades yihadistas.

En el control policial, Abdeslam aseguró que pretendía pasar un par de días de vacaciones en Austria. Se ha iniciado una investigación para averiguar dónde estuvo el supuesto terrorista durante sus estancia en Austria y los motivos de su visita.