La familia de discapacitado que sufrió abusos en 2010 denuncia al papa su situación

  • El padre del joven escribe una carta al papa Francisco para pedirle que actúe tras conocerse que el centro religioso intentó comprar el silencio de algunos testigos.
  • El acusado cometió los abusos en 2010 cuando trabajaba en la Fundación Asilo de Torrelavega, hechos por los que fue condenado a dos años de cárcel.
El papa Francisco se rasca los ojos durante la audiencia general de los miércoles en la Plaza de San Pedro de la Ciudad del Vaticano.
El papa Francisco se rasca los ojos durante la audiencia general de los miércoles en la Plaza de San Pedro de la Ciudad del Vaticano.
Claudio Peri / EFE
El papa Francisco se rasca los ojos durante la audiencia general de los miércoles en la Plaza de San Pedro de la Ciudad del Vaticano.

La familia de un joven con discapacidad mental severa que sufrió abusos por parte de un cuidador de la Fundación Asilo de Torrelavega (Cantabria) ha denunciado al papa la "injusticia" que, a su juicio, ha cometido la institución, que opina que se ha posicionado "con el delincuente".

En una carta remitida al papa Francisco, el padre del joven, José Manuel Díaz, acusa a esta institución religiosa de haber actuado "desde su más alta instancia para evitar que algunos testigos pudieran declarar amenazándoles con perder su puesto de trabajo, algo que finalmente les sucedió a quienes desoyeron tan injustas instrucciones".

El Juzgado de lo Penal Número 4 de Santander condenó al trabajador de la Fundación Asilo a un año de prisión por un delito de abuso sexual hacia este joven y declaró a la institución religiosa -que se dedica al cuidado de personas dependientes- responsable civil subsidiaria.

El acusado condenado a dos años de cárcel

Esa resolución fue la segunda que se produjo en relación con estos hechos, ocurridos en 2010, ya que la Audiencia de Cantabria anuló el primer juicio tras el que se condenó a este trabajador -con antecedentes penales- a dos años de cárcel por abusar del joven discapacitado, que está interno en el colegio Fernando Arce, de Torrelavega, dependiente de la Fundación Asilo.

"Le escribo para que sepa que la Fundación Asilo se esforzó durante todo el proceso judicial para que el juicio quedara invalidado por un mero defecto administrativo, actuando sin el menor decoro a favor del agresor en lugar de ayudar al agredido y a su familia", explica el padre del joven en su carta al papa.

Y añade que la Fundación Asilo "intentó comprar el silencio" de la familia. "Me temo que esa práctica (humillante para el humilde y practicada desde la estatura ventajosa del poderoso) es costumbre en esa institución", afirma el padre de la víctima, que tiene 29 años y una discapacidad del 79 por ciento que le impide "gobernarse por sí mismo".

"Si un profesor a sueldo de una institución vinculada a la Iglesia abusó de un joven con discapacidad y la Fundación Asilo se posicionó del lado del delincuente en lugar de proteger al humilde ¿a qué clavo ha de agarrarse quien desea creer?", expresa la familia, que espera una respuesta por parte del papa Francisco.

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