El presentador Frank Cuesta se encuentra en España con motivo del estreno, este domingo, de la tercera temporada de Wild Frank en Discovery Max.

A su paso por El Hormiguero, en la noche del miércoles, explicó su terrible situación familiar, y que teme por la vida de su exmujer, la modelo Alissa Yuyee Intusmith.

Frank contó a Pablo Motos que Yuyee vive encarcelada en condiciones infrahumanas, en una celda de 45 metros cuadrados que comparte con setenta mujeres, a una temperatura de 40 o 45 grados. "Por no perder el sitio en la celda, se mean encima", ha detallado el aventurero, que le lleva la comida todos los días. "Veo la degeneración de la persona. Yo la llevo comida porque si no, no come", asegura.

"Ahora debe pesar 40 kilos. Está mustia, está muriéndose por dentro porque está viendo que sus hijos están fuera. Dejó todo para hacer una familia y le han quitado lo único que tenía. Mi hija tiene cuatro años y le dice a los guardas que le dejen darle un beso. Me costó muchísimo que me hicieran caso para que mis hijos pudieran ver a su madre", ha relatado. "Está fatal, para morir".

"Yuyee tiene que estar en la cárcel hasta diciembre y va a salir de la cárcel antes, pero muerta. Es así de duro", admitió Frank.

La intervención del rey de España, Felipe VI, y la Casa Real tailandesa es la última esperanza de Frank Cuesta para poder sacar a su exmujer Yuyee de la cárcel, según ha explicado.

"El único que puede solucionar esta situación es el rey de España, o el rey emérito, Juan Carlos I, que es quien tenía muchísima relación con la Casa Real tailandesa", ha apuntado Cuesta en otra entrevista a EFE, que pretende así conseguir "el indulto inmediato" para su exmujer.

Condenada a 15 años de prisión en Tailandia por posesión y tráfico de 0,212 gramos de cocaína, Yuyee lleva 335 días encarcelada de manera "injusta", según apunta Cuesta, quien ha hablado "con todo el mundo", pero todos le contestan "con evasivas", se lamenta.

Su mayor preocupación son sus hijos, que solo pueden ver a su madre "15 minutos a la semana" y a través de un cristal, y aunque el Gobierno español no pueda hacer nada por ella, porque es tailandesa, sí debería hacerlo por sus hijos, porque son "tan españoles como cualquiera que este leyendo esta entrevista", subraya.

Le ha escrito a la Casa Real y se ha reunido hasta con el Ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, quien le asegurado que aunque "intentarían ayudar" de algún modo a su exmujer, sería muy difícil, debido a que la existencia de un régimen militar en el país asiático provoca que la Unión Europea impida a cualquier país miembro tener contacto con Tailandia a nivel oficial.

Cuesta ha asegurado que no había hablado antes por "miedo de represalias de los malos", aquellos que han puesto a Yuyee en la cárcel, explica, y a quienes identifica con los que estaban en el gobierno en ese momento, aunque prefiere no nombrarles.

En El Hormiguero, Frank contó el motivo que dio origen a su detención: "Sabíamos que había un leopardo que iba a casa de alguien muy importante, un leopardo enano y cuesta muchísimo dinero conseguirlo. Estuvimos esperando hasta que los que le tenían capturado se despistaron. Lo llevamos a las autoridades y me dijeron que me iban a destrozar la vida y es lo que pasó".

El año pasado ha sido aún más difícil por la inesperada muerte de su compañero cámara Santi Trancho, en un accidente de tráfico; pero "la vida sigue" apunta.

En la nueva temporada habrá "guiños constantes" a Trancho, aunque no quiere adelantar ninguno. Lo único seguro es que recorrerá las regiones asiáticas de India y Nepal en busca de un animal "prácticamente imposible de grabar en libertad", el tigre de bengala, al que se conseguirá acercarse a 20 metros y mirarle cara a cara.

"Uno nunca se puede acercar a un tigre de bengala como le gustaría, en menos de dos segundos esos 20 metros desaparecen", explica.

El programa fue grabado durante casi dos meses en Nepal, antes de los dos terremotos, en el que se verá "lo que era Nepal" y lo que "nunca" volverá a ser.

El nuevo Wild Frank será "más educativo" y de miras "más internacionales", explica, algo que no cree que fuera posible hacer en Mediaset, con quienes, a pesar de las discrepancias no tiene mala relación y solo "odia" ver su antiguo programa en Energy constantemente, porque cuando algo lo ponen tanto "terminas odiándolo", cuenta.

Su carácter fuerte le ha pasado muchas veces factura, como la polémica que tuvo con Risto Mejide, y de la que quita hierro mostrando un mensaje del propio Risto proponiéndole tomar un café. "No hay ningún problema, la gente no entiende que esto es televisión", justifica Cuesta.