'Sexo psicodélico', las revistas de los años 'hippies' que intentaron vender erotismo y alucinación

  • Bajo el embrujo de los 'viajes' con LSD, la droga más usada durante el 'flower power' de los años 60 y 70, algunas publicaciones se dedicaron al erotismo lisérgico.
  • Revistas como 'Way Out', 'Groovie' o 'Where It's At' buscaban, con bastante inocencia, a lectores que 'se morían de ganas por conocer el amor libre'.
  • El libro 'Sexo psicodélico' cuenta la historia de aquellas singulares revistas 'naïf' y compila sus mejores fotos e ilustraciones.
Foto de la revista 'Kalendoscope', 1968
Foto de la revista 'Kalendoscope', 1968
© Taschen
Foto de la revista 'Kalendoscope', 1968

El amor libre que predicaron los hippies desde los años del flower power (el poder de las flores) y amplificaron todas las subculturas posteriores tuvo una prole no siempre coherente. A la sombra del movimiento, que arrancó con intensidad en torno a 1966 y se fue desvaneciendo a lo largo de la década siguiente, surgieron iniciativas que intentaron aprovechar el tirón con más pillería que coherencia. Una de ellas fue la de las revistas eróticas que buscaban enganchar a los lectores mediante la difusión de las bondades del sexo combinado con la ingesta de LSD.

El libro Psychedelic Sex (Sexo psicodélico) recuerda e investiga aquellas publicaciones, entre otras Way Out, Groovie, Lure, Love-In, Pipe Dreams, Nude Rebellion, Kalendoscope y Where It's At. Eran revistas de tirada media, editadas entre 1967 y 1972 para intentar vender a los lectores masculinos las bondades del sexo lisérgico. Se trataba, dicen los editores [Taschen, 408 páginas y un PVP de 49,99 euros] , de "recrear visualmente las maravillas del LSD para aquellos que se morían de ganas por conocer el amor libre".

'Viaje' de 'sexo flower power'

Con la misma inocencia palmaria que algunos de los jóvenes magnetizados por el hippismo, acaso cargada de buenas intenciones pero con escaso sentido del realismo y propensión a la ceguera al no ver que el movimiento contracultural fue engullido bien pronto por el comercio y el sistema, los responsables de la revistas, todas editadas en la cuna del verano del amor, la soleada California, competían por convencer a la audiencia de que ofrecían "el viaje de sexo flower power más auténtico".

La "promesa de paz, amor y sexo" de las revistas masculinas se condensaba en un grafismo de tonos chillones, fotos de chicas que mostraban su desnudez con aparente naturalidad, algún juego cinético en el diseño de la maqueta y referencias a la trascendencia y la multiplicación del placer que estaban al alcance de la mano con la práctica sexual bajo los efectos del ácido —la posesión de LSD no fue declarada delito en los EE UU hasta 1968—.

'Periodo dorado'

Era un "periodo dorado" para las drogas recreativas, abrir la mente y aprovechae las posibilidades de la revolución sexual, sostenía el mensaje implícito, dirigido a los hijos masculinos del baby boom estadounidense que no estaban en la pomada hippie pero deseaban entrar en ella.

En su apogeo, el sexo psicodélico protagonizó carteles, prensa rosa y cómics, pero los "mejores ejemplos", aseguran desde la casa editorial, los encontramos en las revistas de moda de California, "centro tanto de la cultura hippie como de la incipiente industria del porno estadounidense", cuyas estrellas aparecen en algunas de las fotos de Way Out, Groovie y Where It's At.

Los autores y recopiladores del libro son Eric Godtland, un coleccionista compulsivo confeso de revistas alternativas, pulp y otras publicaciones marginales de mediados del siglo pasado, y Paul Krassner, escritor, editor y uno de los fundadores en 1967 del Youth International Party (Partido Internacional de la Juventud), cuyos partidarios, los yippies proponían un hippismo politizado y basado en la acción directa.

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