Quince inmigrantes de origen subsahariano han intentado este viernes entrar en Melilla a bordo de un coche kamikaze, que pretendía saltarse todos los controles fronterizos, un objetivo que finalmente han logrado cinco de ellos.

El incidente se ha producido sobre las 3:00 horas, en el puesto fronterizo de Beni Enzar, el principal de los cuatro que existen entre la ciudad autónoma y Marruecos, según informa la Delegación del Gobierno.

El vehículo, un turismo marca BMW con matrícula de Marruecos, logró burlar el control fronterizo marroquí y dirigirse, "a máxima velocidad", hacia el lado español.

Sin embargo, su rumbo "zigzagueante", consecuencia de su veloz huida hacia Melilla, provocó que el coche chocara contra parte de los portones de la frontera española, donde quedó empotrado.

De las quince personas que viajaban en el coche, todos varones de origen subsahariano, cinco lograron bajarse y adentrase en territorio melillense, antes de que las fuerzas de seguridad de Marruecos se hicieran cargo del resto de ocupantes, así como del vehículo.

Según la Delegación del Gobierno, se ha abierto una investigación para determinar la identidad de los inmigrantes que han logrado acceder a Melilla, al tiempo que se están evaluando los daños que el vehículo ha ocasionado en el exterior de la verja del puesto fronterizo.

El suceso de esta madrugada es similar a los ocurridos en enero y febrero de 2013, cuando varios coches, a toda velocidad, intentaron o vulneraron dos de los puestos fronterizos de la ciudad con Marruecos.

En aquel entonces, los 21 ocupantes de dos de los vehículos fueron devueltos a Marruecos, un procedimiento que se llevó a la vía judicial, que dictó su sobreseimiento.

Los vehículos kamikazes, como se ha denominado a esta manera de entrada, son una de las fórmulas que, según la Delegación, utilizan las mafias que trafican con inmigrantes, y que se encargan de organizar "los accesos violentos y a la fuerza a territorio europeo".