Por primera vez un inmigrante subsahariano estará tres años en la cárcel como responsable del intento de entrada en España de otro grupo de quince subsaharianos, un caso judicializado desde el pasado año que supone la primera sentencia condenatoria contra un patrón de una embarcación ilegal.

La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha sido el órgano judicial que ha creado jurisprudencia con esta sentencia que juzgaba unos hechos ocurridos el 31 de julio de 2013 en aguas próximas a Ceuta. Según los datos de la sentencia, la Guardia Civil interceptaba a las 23:30 horas una embarcación neumática con motor fuera borda en la que viajaban 15 inmigrantes subsaharianos (13 naturales de Mali y 2 de Guinea) que estaba cerca de la costa ceutí.

En el momento de la intervención, la Guardia Civil constató que uno de los inmigrantes, identificado como L.F., de 26 años y natural de Gambia, ejercía como patrón e incluso intentó evitar su detención, golpeando a uno de los agentes del instituto armado, al que causó hematomas en el antebrazo y en el brazo izquierdo.

L.F. fue detenido y gracias a la colaboración del resto de los ocupantes de la embarcación se pudo determinar que había cobrado entre 1.000 y 1.500 euros por persona para introducir a sus compatriotas en España. En el transcurso del juicio, L.F. reconoció su culpabilidad en los hechos, por lo que ahora ha sido condenado a tres años de prisión por un delito contra el derecho de los ciudadanos extranjeros y resistencia a la autoridad así como una falta de lesiones.

El patrón deberá indemnizar con 60 euros al agente de la Guardia Civil al que golpeó y cuyas lesiones fueron de carácter leve al sólo precisar una asistencia médica, según la sentencia.

El tribunal ha tenido en cuenta en su resolución varios factores que pusieron en riesgo la vida de los 15 ocupantes de la embarcación, como la travesía por la noche (23,30 horas), la ausencia de medios de protección como chalecos salvavidas y tripular una patera sin garantías, que han servido de atenuantes para la condena.

La sentencia supone la primera vez que un inmigrante estará entre rejas por favorecer la inmigración irregular de otros, uno de los cuales tuvo que ir al hospital con síntomas de hipotermia severa.

Un agente de la Guardia Civil de Ceuta ha dicho que habitualmente es muy difícil poder sentar en el banquillo al patrón de una embarcación como consecuencia de que impera la "ley del silencio" entre el resto de los inmigrantes que están a bordo de la misma. Por esta circunstancia, el agente del instituto armado ha estimado que es "fundamental" la colaboración de los demás inmigrantes para poder inculpar al responsable de la travesía clandestina.

En esta misma línea, fuentes de la Policía Nacional de Ceuta han señalado que las investigaciones abiertas sobre estos patrones chocan con las indicaciones de las mafias que trafican con los seres humanos que obligan a los inmigrantes a no identificar a nadie si son arrestados. Sin embargo, en esta ocasión se ha conseguido que el patrón sea encarcelado en una sentencia que sienta precedente para el futuro.