El 'Parapipi' ya tiene otro patrón. En un auto del pasado 22 de septiembre, el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que investiga el caso Gürtel, ha ordenado levantar la orden de embargo y la prohibición de uso que pesaba sobre el yate de 12 metros de eslora 'Parapipi', uno de los bienes de la trama. Concretamente era propiedad de Pablo Crespo, mano derecha de Correa y también imputado. Las elevadas fianzas civiles impuestas a muchos de los implicados (85 millones de euros para Correa y 85 millones para Crespo) provocaron el embargo, por parte de la Audiencia, de las propiedades que figuraban a nombre de los mismos y sus empresas. El 'Parapipi' estaba a nombre de la compañía Cresva SL, de Pablo Crespo. La Audiencia pretender vender la mayoría de los bienes embargados para obtener así parte del dinero de las fianzas a las que los imputados no pueden hacer frente.

La Audiencia ha conseguido colocar así el 'Parapipi', construido en 1999, y que estaba amarrado en el puerto de Altea (Alicante). El comprador ha sido un conocido empresario de la zona, hostelero, que regenta el restaurante del clun náutico de Guardamar. Aunque su precio de venta no se ha hecho público, fuentes jurídicas señalan que estaba por debajo de los 100.000 euros. "Se pagó menos de esa cantidad", señala el comprador, que asegura que no sabía quien era el anterior dueño del barco. El 'Parapipi' es un yate de lujo tipo 'Astonda 39' de 12 metros de eslora y 3,5 de manga, con dos camarotes. La Policía encontró en él parte de la documentación de la contabilidad B de las empresas de la red, información que comprometió a varios políticos valencianos. La embarcación, que antes de llamaba 'Manatí, fue adquirida por Pablo Crespo a un ciudadanos portugués por 95.000 euros. Luego se gastó otros 25.000 euros en arreglos. Solo el abanderamiento y el cambio de nombre costó 17.500 euros. El atraque en el Club Náutico de Altea costaba 741 euros al mes.

Correa y Crespo eran unos amantes de los yates. Uno de los últimos informes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), fechado el 28 de febrero de 2014, hace una extensa relación de las embarcaciones de Correa (Carmen Junior III, Carmen XI y el Montecristo) y las de su número dos Pablo Crespo, también imputado (Aguillón, Aguillón II y Parapipi). "Francisco Correa y Pablo Crespo han invertido parte de los beneficios obtenidos en los negocios en los que ha participado la organización en la adquisición de embarcaciones de recreo para su disfrute", reza el informe de la UDEF.

El primer barco, el Carmen Junior III, Correa lo vendió con facturas falsas a otro imputado de la trama: José Luis Ulibarri, conocido constructor burgalés e inversor en el sector de la comunicación. El segundo, el Carmen XI, está a nombre de Osiris Patrimonial. Está en la lista de embargos. Y el tercero, el Montecristo, ha sido adquirido por la empresa Ceuta Merina Meridional, especializada en reparación de yates, después de que Correa les dejara una deuda de 300.000 euros. Los tres yates de Correa costaron más de seis millones de euros.

El 'Parapipi' es el primer yate de la trama que ha conseguido vender la Audiencia Nacional. En cuanto al 'Montecristo', una embarcación de lujo que Correa compró en octubre de 2007 a una empresa gibraltareña, no pudo ser embargado por la Audiencia. Correa se gastó 700.000 euros en comprar el 'Montecristo' y 1,2 millones en acondicionar esta embarcación de "4.500 millas, 40 metros de eslora y 8 metros de manga. Dos motores de 1.600 C.V. y velocidad de 12 nudos y 1.000 r.p.m", según la documentación incautada a la trama. La dueña del yate es ahora la empresa Marina Meridional, especializada en reparación de buques, después de que Correa les dejara una deuda de 300.000 euros. Un juzgado de lo mercantil de Ceuta abrió el correspondiente procedimiento contra Osiris Patrimonial, la empresa de Correa dueña del barco, por las deudas que Osiris ya debía a Marina Meridional. Al final el juzgado falló a favor de Marina Meridional, que quiere vender el yate.

Crespo ya ha perdido oficialmente su yate y Correa puede perder en breve su casa. Como ya publicó 20minutos, la Agencia Tributaria quiere quedarse con la vivienda donde se refugia el cabecilla de la trama Gürtel desde que salió de prisión en junio de 2012. Se trata de un piso de la avenida de los cortijos sin número, en la urbanización de lujo Valgrande, en Sotogrande (Cádiz). La urbanización tiene 165 apartamentos agrupados en casas de tres pisos. En uno de ellos vive Correa tras divorciarse de su mujer.

Pero Correa nunca ponía sus propiedades a su nombre, por eso el titular del apartamento es una de las empresas de la trama investigadas: Osiris Patrimonial. La Agencia Tributaria informó en marzo de 2014 a la Audiencia Nacional que había iniciado los trámites, por la vía de apremio, para cobrarse la deuda que tiene pendiente la empresa Osiris, y como la casa donde actualmente duerme Correa es de Osiris, la Hacienda pública quiere quedarse con ella. La vivienda tiene una superficie construida, incluyendo terrazas, de 533 metros cuadrados. Lo malo es que hay muchos acreedores que desean cobrarse esta pieza. Decidirá la Audiencia. Correa pagó por esa casa 910.000 euros y luego invirtió en ella 320.317 euros en mejoras y acondicionamiento.