La sanidad pública de la Comunidad de Madrid no levanta cabeza. De hecho, actualmente está más deteriorada que hace un año, según un informe elaborado por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP). Dicho estudio compara la calidad de los servicios sanitarios de las autonomías españolas, basándose en criterios presupuestarios, en la cantidad de medios materiales y humanos, en la valoración de los propios pacientes y en el grado de participación del sector privado en la atención sanitaria.

Concretamente, Madrid es la quinta comunidad española con peor calificación (logra 56 puntos sobre una puntuación máxima posible de 98) y se queda en el grupo de "autonomías con servicios sanitarios deficientes". La sanidad madrileña solo está mejor situada que la de Baleares (54 puntos), Murcia (53), Canarias (47) y Comunidad Valenciana (46). Además, los servicios sanitarios de Madrid han perdido este año un puesto respecto al informe publicado en 2013, cuando se quedó en la sexta posición por la cola. Los sistemas de sanidad pública mejor valorados son los de Navarra (82), Aragón (75) y País Vasco (73).

El gran déficit de Madrid se encuentra en la dotación de personal en los centros de salud de Atención Primaria. Los enfermeros madrileños son los que tienen una mayor presión asistencial de toda España, con 1.924 habitantes por cada profesional. Mientras, los médicos de cabecera de Madrid son los segundos que atienden a más pacientes, con 1.513 habitantes por doctor (solo superado por Baleares, donde cada médico tiene adscritas a 1.669 personas). En cambio, la atención especializada madrileña (hospitales y centros de especialidades) tiene una plantilla suficiente: es la quinta con más médicos (1,98 doctores por cada mil habitantes) y la sexta con más enfermeros (3,45 por mil habitantes).

Otro punto débil de la sanidad regional está en el presupuesto público: la Consejería de Sanidad solo destina 1.087,65 euros per cápita para cubrir las necesidades del sistema sanitario, lo que sitúa a Madrid en la cuarta posición por la cola y a mucha distancia de la comunidad mejor situada (el País Vasco, que destina 1.540,6 euros per cápita). Madrid también suspende en la dotación de camas disponibles, con solo 2,95 plazas habilitadas para cada mil personas. En este aspecto, la región se sitúa de nuevo como cuarta autonomía peor dotada.

Por otro lado, el grado de penetración del sector privado en la sanidad madrileña es bastante más elevado que en el resto de comunidades. El informe de la FADSP analiza el porcentaje del gasto sanitario público que se dedica a contratar servicios con centros privados. En el caso de Madrid se destina a ello un 8,5% del presupuesto, solo superado por el gasto realizado en Baleares (8,8%), Canarias (10,3%) y Cataluña (24,1%). Además, cada madrileño se gasta al año 362,95 euros de su propio bolsillo en sanidad.

"El peor síntoma es el elevado grado de derivaciones de pacientes a los centros privados", lamenta Marciano Sánchez Bayle, presidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid. "Lo más llamativo de Madrid es que era la comunidad puntera cuando se hizo la transferencia de competencias sanitarias, y ahora se encuentra muy deteriorada. Las agresiones continuadas desde la Consejería han puesto al sistema al borde de la fase crítica", denuncia Sánchez Bayle. 20minutos.es solicitó una valoración sobre el informe a la Consejería de Sanidad, pero declinaron ofrecer su versión.

Pese a la carencia de camas, dinero y médicos, la mayoría de madrileños (un 66,4%) considera que la sanidad pública "funciona bien o bastante bien"; y el 86,1% asegura haber recibido una "atención buena o muy buena en atención primaria, la consulta del especialista, urgencias y hospitalización". Entre los aspectos positivos reflejados en el estudio también se encuentra el escaso gasto farmacéutico (119,5 euros per cápita; el menor gasto de toda España), y la menor lista de espera en comparación con otras regiones (el 20% de pacientes aseguran que han logrado cita con el especialista en menos de 15 días, el mayor porcentaje del país).