Ni Montoro ni Rajoy lo aclararon este fin de semana, pero la reforma fiscal podría afectar a las indemnizaciones de los despidos, hasta ahora exentas de IRPF. En el caso de un despido improcedente, el trabajador se encuentra actualmente exento de tributar hasta el límite de lo previsto en el Estatuto de los Trabajadores, según consta en el artículo 7 de la Ley del IRPF.

Sin embargo, algunos medios llevan un tiempo apuntando a que el Gobierno tenía sobre la mesa limitar la exención de las indemnizaciones a 2.000 euros por año trabajado. Citando a "fuentes conocedoras del anteproyecto de ley", este diario aseguraba que aquellos trabajadores que ganen más de 20.000 euros al año tendrán que pagar IRPF.

El Gobierno justifica esta medida en que hasta ahora indemnizaciones muy elevadas quedaran exentas de pagar impuestos, por lo que prevé aplicarla a aquellos trabajadores que sean despedidos desde enero de 2015.

El sindicato CC OO alertaba el pasado viernes sobre esta medida que el Gobierno todavía no ha hecho pública. Para este sindicato, en el caso de que se eliminase esa exención se estaría escorando "aún más" el IRPF sobre las rentas del trabajo.

Además, de llevarse a cabo esta supuesta exención "se ampliaría el duro recorte de la indemnización por despido aprobada por el Gobierno en la reforma laboral" y "se cargaría dos veces sobre la espalda de los trabajadores más débiles las cargas de la crisis".