El Partido Popular Europeo gana las elecciones al Europarlamento

Jean Claude Juncker, candidato de los conservadores europeos.
Jean Claude Juncker, candidato de los conservadores europeos.
EFE
Jean Claude Juncker, candidato de los conservadores europeos.

Un europarlamento mayoritariamente proeuropeísta, pero atomizado; con las grandes fuerzas en declive y el crecimiento de las formaciones radicales. Este es el panorama que se presenta las tras las elecciones al Parlamento Europeo (PE).

Unos comicios ganados por el Partido Popular Europeo, que se convierte en la primera fuerza de la Eurocámara con 212 escaños (28,3%), según los resultados provisionales dados por la Eurocámara. La Alianza de los Socialistas y Demócratas europeos (S&D) serán el segundo grupo con más presencia en el hemiciclo europeo con 187 (24,90%), mientras que los liberales de ALDE logran 72 (9,59%) asientos en el hemiciclo.

Pese a seguir siendo la primera fuerza del PE, el PPE pierde 63 escaños respecto a la legislatura anterior, Por su parte, el S&D baja 9 escaños y pasa de los 196 de la legislatura saliente a 187, mientras que los 72 eurodiputados de ALDE representan una pérdida de 11 parlamentarios. Con estos datos, la posibilidad de una gran coalición ya atisbada antes de las elecciones cobra fuerza.

La cuarta fuerza, los Verdes europeos, obtienen 55 escaños (7,32%), una bajada de solo un representante respecto a la situación actual. La Izquierda Unitaria Europea (GUE) obtiene 43 (5,73%) escaños frente a los 35 con los que contaba hasta ahora, en parte gracias a la victoria de Syriza en Grecia, que formará parte de ese grupo parlamentario

Los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) logran 45 escaños (5,99%, una pérdida notable respecto a los 57 con los que contaban hasta ahora), según esos datos provisionales. El grupo Europeo de la Libertad y la Democracia (EFD) conseguirá un ligero aumento de 4 eurodiputados llegando a los 35 escaños (5,66%).

El grupo de los No Adscritos, al que pertenece el Frente Nacional de Francia, que logró el 25% de los sufragios, aumentará de los 33 miembros actuales a 39 (5,19%), según estos datos. Hasta 63 eurodiputados de partidos todavía sin adscripción a ningún grupo parlamentario, entrarán igualmente en la Eurocámara.

Más participación y suben los partidos extremos

Los datos de participación globales en estas elecciones han sido muy similares a las de 2009 (aumenta levemente, de un 43% de hace cinco años al 43,09% actual). El fantasma de la abstención, que rondaba en muchos de los principales países, no se ha materalizado en general, aunque el porcentaje de abstencionistas fue muy alto en Portugal o Chipre. Por otra parte, el ascenso de formaciones de extrema derecha caso de Francia, Reino Unido, Dinamarca, Austria o Hungría o de extrema izquierda Syriza en Greciaha sido significativo.

Los partidos de izquierda, además, ganaron en Italia, Rumanía, Portugal, Eslovaquia y Suecia. En países como Francia, el gran resultado del Frente Nacional ha sido un "sunami político, un seísmo", en palabras del primer ministro, Manuel Valls. También ha provocado que el presidente de Francia, François Hollande, convoque para mañana una reunión de urgencia de su gabinete para examinar la nueva situación política del país.

Por su parte, el líder del partido británico antieuropeo UKIP y presidente del grupo Europeo de la Libertad y la Democracia (EFD), Nigel Farage, vio en el ascenso de los euroescepticismos la constatación por parte de los electores de "los dos grandes errores de la UE". "Se ha demostrado que la eurozona no sirve y se han abierto las fronteras a países exsoviéticos donde el sueldo es nueve veces inferior que en Reino Unido", lamentó el eurodiputado británico.

¿Hacia una gran coalición?

Los resultados a la baja de las dos grandes formaciones a nivel continental, plantea un escenario de alianzas que podría conducir a la formación de una gran coalición, un alianza entre las filas del candidato conservador Jean-Claude Juncker y las del progresista Martin Schulz.

Esta gran coalición, ya prevista durante la campaña, llevaría presumiblemente a Juncker, el ex primer ministro luxemburgués, a presidir la Comisión Europea. En sus primeras declaraciones tras la jornada electoral, Juncker aseguró que "acepta el reto de ser presidente de la CE" y que tendrá que pactar, probablemente con los socialistas, aunque señaló que también está "abierto a ampliar la mayoria a otras fuerzas políticas como los Verdes".

Por su parte, el socialista alemán Martín Schulz, previsible vicepresidente de la Comisión, no habló de posibles pactos, pero sí señaló que el resultado obtenido por Le Pen supone que esta jornada "es un mal día para la UE".

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