El martes, el monarca saudí Abdulá recibió por separado en su palacio de Yeda a la delegación de Al Fatah, encabezada por el presidente palestino, Mahmud Abás, y a la de Hamás, con el secretario general del movimiento Jaled Meshal y el primer ministro palestino, Ismail Haniye, a la cabeza.

Las principales facciones palestinas tratan de resolver con este encuentro en la ciudad santa de La Meca sus diferencias sobre un gobierno de unidad nacional.

Miembros de la delegación de Al Fatah han advertido de que, si fracasan nuevamente los intentos de llegar a un consenso con Hamás, el presidente Abás convocará elecciones presidenciales y legislativas anticipadas.

Hamás, ganador de los comicios legislativos palestinos de hace un año, rechaza la opción de nuevas elecciones y, si éstas se convocan, se teme un recrudecimiento de los sangrientos enfrentamientos entre facciones, que desde diciembre han causado 80 muertos.

Acuerdos violados

Los anteriores acuerdos fueron todos ellos violados y desde que el sábado se anunció el último se han seguido produciendo secuestros de milicianos, un acto de venganza propio de los clanes familiares.

Fuentes de Hamás informaron el martes de que dos legisladores de su Movimiento, que residen en Cisjordania, no fueron autorizados a llegar por el territorio de Israel hasta la franja autónoma de Gaza pues se los prohibieron las autoridades militares.

Las fuentes no identificaron a los diputados islamistas, quienes no tienen otra opción que atravesar el territorio israelí para entrar a la franja de Gaza, donde reside el primer ministro Haniye.

Voluntad de acuerdo

"Haremos todos los esfuerzos" para concertar un gobierno palestino de unidad nacional con sus rivales del movimiento nacionalista Al Fatah, declaró Haniye a los periodistas poco antes de cruzar el paso fronterizo, supervisado por una delegación de funcionarios de la Unión Europea (UE).

"Prometemos a nuestro pueblo que haremos todo lo que podamos para lograr ese gobierno", agregó el primer ministro y rival de Abás, que amenaza con anticipar las elecciones presidenciales y legislativas si fracasaran nuevamente, después de seis meses de negociarlo.

El jefe del Gobierno palestino dijo que espera regresar a Gaza "con un acuerdo que cure las heridas, ponga fin a las tensiones, y fortalezca la unidad nacional", en alusión a los recientes enfrentamientos entre milicianos islamistas, las fuerzas de seguridad leales al presidente Abás, y milicianos de Al Fatah aliados con ellas.

La Cumbre de La Meca, la ciudad más sagrada para el mundo islámico, fue convocada por el rey Abdulá de Arabia Saudí al recrudecer la violencia entre los dos bandos

El poder de los clanes

La resolución del conflicto entre Hamás y Al Fatah, que ambos grupos intentarán resolver en La Meca, pasa también por una reconciliación entre los clanes palestinos que siguen teniendo mucha autoridad, sobre todo en Gaza.

El jefe del los Servicios Generales de Seguridad de Israel, Shin Bet, Yuval Diskin, advirtió el lunes, en una rueda de prensa, de que en "Gaza están volviendo a ser fuertes los clanes".