El Gobierno vende su optimismo económico para frenar el 'efecto Cospedal-Bárcenas'

  • La declaración de María Dolores de Cospedal en ante el juez el pasado viernes ha despertado las críticas de la oposición, que exigen a Rajoy que también declare.
  • El sábado, el ministro Montoro dijo en Santander que no se puede negar "la evidencia" de que España está saliendo de la crisis.
  • Desde Panamá, el presidente Rajoy reiteró su confianza en Cospedal, proclamó el final de la crisis y presumió de "economía saneada y reforzada".
Mariano Rajoy, en la Cumbre Iberoamericana de Panamá.
Mariano Rajoy, en la Cumbre Iberoamericana de Panamá.
EFE
Mariano Rajoy, en la Cumbre Iberoamericana de Panamá.

El Partido Popular ha vivido un intenso fin de semana en el que ha tenido que organizar un contraataque para evitar los efectos de uno de los principales asuntos que ensombrece el mandato de Mariano Rajoy: el caso Bárcenas.

El viernes se celebró el juicio por la denuncia que María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, interpuso contra Luis Bárcenas por delitos contra su honor. En la vista y a través de una videoconferencia, el extesorero del Partido Popular aseguró que él mismo entregó en mano a la actual presidenta de Castilla-La Mancha sobres con dinero. En concreto, se trataba de dos pagos de 7.500 euros en 2008 y un pago de 25.000 euros cuando se destapó la trama Gürtel, importe este último que también recibió Mariano Rajoy, siempre según Bárcenas.

La secretaria general de los populares negó en el juicio haber "cobrado las cantidades" a las que se refería Bárcenas y aseveró que "ha hecho declaraciones muy falsas y muy demostrables".

Ante estas revelaciones, las reacciones no se hicieron esperar. La oposición, por medio de la portavoz del grupo parlamentario socialista, Soraya Rodríguez, exigió que ante las declaraciones de Bárcenas y Cospedal, Mariano Rajoy también acudiera a los tribunales para dar explicaciones: "Siempre que va Cospedal (al juzgado), aparece Mariano Rajoy", que según el PSOE "siempre es citado y señalado en las investigaciones". Por ello, el PSOE cree que "se hace más necesaria la presencia de Mariano Rajoy" ante los tribunales. También IU, por medio de su coordinador, exigió que "la verdad tiene que ponerse encima de la mesa de los juzgados".

Incluso en el propio PP apareció cierta inquietud al comprobar cómo un asunto tan peliagudo como el caso Bárcenas, que poco a poco iba perdiendo posiciones en la primera línea de la actualidad política, volvía a irrumpir con fuerza en las agendas, con rotundas declaraciones de Bárcenas incluidas, y todo por una iniciativa de la propia María Dolores de Cospedal, que quiso seguir adelante con su demanda personal contra el ex tesorero.

Montoro comienza el contraataque

El PP y el Gobierno comenzaron su contraataque el mismo sábado. El encargado  de iniciarlo fue el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que a pesar de haber estado envuelto en polémicas como sus críticas al cine español y su discutida afirmación de que los salarios en España "estaban creciendo moderadamente", fue el elegido para salir a la palestra en un acto público celebrado en Santander. La munición empleada para silenciar de nuevo el caso Bárcenas no ha sido otra que el optimismo económico y el supuesto principio del fin de la crisis en España.

Montoro no escatimó en optimismo. El ministro pidió a la oposición que no negaran "la evidencia reconocida ya a nivel internacional" de que España está saliendo de la crisis. Montoro reiteró que "lo peor ha pasado" y se aventuró a asegurar que 2014 será "el año del crecimiento y la creación de empleo", ya que una "muchedumbre de pronósticos" así lo auguran.

En el mismo foro, el vicesecretario general de Organización del PP, Carlos Floriano, dijo que España está ya en el "prólogo" de la salida de la crisis, a lo que contribuirán también los presupuestos generales del Estado para 2014.

Rajoy habla desde Panamá

El siguiente en seguir con la estrategia de contraataque fue el propio Mariano Rajoy. El presidente del Gobierno lo hizo desde la Cumbre Iberoamericana, que se celebró en Panamá.

Primero hizo referencia al propio caso Bárcenas: "Todo lo que tenía que decir lo he dicho en el Parlamento y no voy a entrar en temas sometidos a decisiones judiciales". Además, reiteró su apoyo a Cospedal: "Por supuesto que sigo manteniendo la confianza en la señora Cospedal, es una magnífica secretaria general".

Pero lo que más tiempo ocupó a Rajoy en la Cumbre fue sacar pecho de la recuperación económica: "España está saliendo ya de la crisis con una economía saneada y reforzada", dijo, al tiempo que atribuyó esta situación al "amplio y ambicioso plan de reformas estructurales" que ha puesto en marcha el Gobierno.

A los argumentos optimistas del PP contestó acto seguido Alfredo Pérez Rubalcaba, secretario general del PSOE, quien explicó que lo que más diferencia al PSOE del PP "es la igualdad", frente las políticas de "desigualdad" entre empresarios y trabajadores con la reforma laboral, el "copago" farmacéutico, la "ley Wert" o la política de becas.

"Hablar de recuperación económica al mismo tiempo que se exige a los enfermos crónicos pagar por los medicamentos no me parece muy afortunado", indicó el líder del PSOE.

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