El problema del cine español es su escasa calidad. Ese es el diagnóstico que ofreció el martes el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, cuando se le preguntó sobre la repercusión que puede tener en el sector cinematográfico de nuestro país la reducción de las subvenciones estatales.

"Si atendemos al número de espectadores y lo que se ha recaudado en taquilla con las películas españolas, vemos que hay caídas bastante significativas desde el año 2008. Por lo tanto, los problemas del cine no tienen que ver solo con el número y la cantidad de las subvenciones, sino que tienen que ver también con la calidad de las películas que se hacen y con su comercialización", aseguró Montoro en una entrevista con Pepa Bueno en la Cadena SER.

Las declaraciones del ministro se producen tras conocerse la semana pasada que las partidas para el Fondo de Protección a la Cinematografía, del que salen las subvenciones al sector, sufren un recorte de casi el 14% y se quedan en 33,7 millones, lo que supone una tercera parte de lo que dedica el Reino Unido, la décima parte que Alemania y 23 veces menos que Francia.

"Yo no creo que una actividad como el cine pueda y deba depender de las subvenciones, porque esas subvenciones son las que hacen que el cine se aleje de la realidad", añadió Montoro, quien afirmó que ahora "se financian productos que luego no se llegan ni a emitir".

Sin embargo, el numero de espectadores de las producciones españolas no ha ido descendiendo de 2008, la fecha indicada por el ministro.

En ese año, las películas españolas registraron 14.359.230 espectadores,  mientras que el pasado 2012 este número ascendió a los casi 18.300.000, una cifra de récord impulsada por filmes como Lo imposible o Las aventuras de Tadeo Jones. Entre medias, solo en 2010 se registraron menos espectadores que en 2008: en concreto se vendieron 12,93 millones de entradas para producciones españolas.

Sin embargo, para este año también se esperan menos espectadores. Según los datos que la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales de España (FAPAE) dio a conocer durante el pasado Festival de Cine de San Sebastián, las películas españolas han perdido en lo que va de año 1,4 millones de espectadores con respecto al mismo periodo de 2012.

Desde la FAPAE se piden nuevas medidas de financiación para el cine y desde otros sectores de la cultura se señala como culpable la subida del IVA, del 8 al 21%, aplicada en 2012.

Las declaraciones del ministro Montoro tuvieron de manera inmediata una réplica en las redes sociales. «Ministerio de Cinismo, próxima cartera de Montoro», publicó el actor Tristán Ulloa.

Más contundente se mostró el actor y diputado de UPyD Toni Cantó, que escribió: «Montoro afirma que se necesitan mejores películas... También mejores ministros».

Carlos Bardem, por su parte, dijo: «Los problemas del cine no tienen que ver con su calidad, sino con la mezquindad vengativa de sus gobernantes». También escribió:

Juan Diego Botto recurría a la ironía: "Nadie conoce a Bardem, Almodóvar, Cruz o Abril. En el mundo se conoce a MONTORO, el héroe del milagro económico español".