Rossini y Mozart en lugar de lemas o pancartas. Es el grito de protesta que las 26 orquestas sinfónicas profesionales con actividad continua que hay en España lanzaron este lunes en un concierto simultáneo con el fin de denunciar su precaria situación.

Más de 1.000 músicos de 23 de estas agrupaciones —las tres que restan no han podido sortear su agenda— tocaron cuatro piezas a partir de las 19.00 horas en diferentes plazas de 16 ciudades; todos a la vez. La organización del recital ha sido suya, de los trabajadores, explica a 20minutos David Morales, presidente de Asociación de Músicos Profesionales de Orquestas Sinfónicas. Piden, según rezaba la convocatoria, "comprensión, apoyo y solidaridad".

Morales tilda la realidad de las orquestas españolas de "inquietante y crítica". Algunas han estado a punto de desaparecer en los últimos meses. Por ejemplo, la de Extremadura.

El pasado mes de julio se le aplicó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) extintivo después de que los trabajadores —son 62 en total— se negaran a cambiar sus contratos fijos por fijos discontinuos, pero fue paralizado dos semanas después tras un acuerdo con la Consejería de Cultura. Intentarán reducir sus 400.000 euros de deuda con una rebaja salarial del 7,5%.

Estas orquestas reciben dinero público. Sobre su presupuesto total, la media es, aproximadamente, de un 80%, aunque los porcentajes varían. La Orquestra Simfònica del Gran Teatre del Liceu Barcelona, a la que pertenece Morales, recibe un 49% de aportaciones de varias administraciones —Ayuntamiento, Diputación, Generalitat y Gobierno—; el otro 51%, explica, proviene "del taquillaje y de mecenas". Los trabajadores están afectados por un ERE temporal y tienen problemas para cobrar el paro.

Otros casos: la Sinfónica de Sevilla y la de Baleares. El centenar de trabajadores de la primera se acaba de bajar el sueldo un 5%; la segunda también se ha librado de desaparecer, pero el Gobierno autonómico ya ha dicho que sus 5,5 millones de euros de presupuesto "no son viables". Morales recuerda, no obstante, que hay que diferenciar entre lo que pueden llegar a cobrar los músicos y "los cachés" de determinados directores o artistas concretos.

Además de los recortes y de la subida del IVA cultural —"Somos el país de la eurozona que pagamos más IVA (...) la gente se replantea pagar los abonos, hay menos ingresos y menos funciones"—, cree que la "voluntad política" brilla por su ausencia. Aunque hay casos, dice, en los que sí se "cuida" a las orquestas, como ocurre con la del Principado de Asturias o la de Euskadi.

Morales lamenta que no exista "ninguna alarma" sobre lo que está sufriendo la cultura en España, aunque cree que la función de las orquestas "no es solo cultural, también es social, educativa e incluso turística". Advierte de que si esta deriva no se corrige a tiempo las consecuencias serán desastrosas, porque una orquesta "no se hace en dos días ni en un año".

Entre las orquestas que esta tarde participaron en el concierto se encontraban la Orquesta Nacional de España y la Orquesta de RTVE, que el pasado mes de junio ofreció un concierto gratuito en Madrid ante las intenciones de la Corporación que cambiar sus condiciones de trabajo y reducir sus contratos al periodo de abono entre octubre y mayo —el resto de meses se emplean habitualmente para realizar ensayos, grabaciones de bandas sonoras o asistencia a festivales—; RTVE acabó dando marcha atrás.

El recital tuvo lugar a las 19.00 horas en Badajoz (Plaza de la Soledad), Barcelona (Plaza de la Catedral), Bilbao (Atrio de columnas de la Alhóndiga), San Sebastián (Plaza Zuloaga), Granada (Plaza Nueva), Madrid (Plaza Isabel II), Málaga (Plaza de la Constitución), Murcia (Plaza del Teatro Romea), Oviedo (Plaza de la Gesta), Las Palmas de Gran Canaria (Plaza de los Músicos), Palma de Mallorca (Plaza de España), Pamplona (Plaza Consistorial), Sevilla (Plaza Nueva), Tenerife (Plaza del Chicharro), Valencia (Plaza de la Virgen) y Valladolid (Plaza Mayor).