El camionero español por quien intercedió el rey Juan Carlos ha salido de la cárcel marroquí

  • El camionero Antonio García ha abandonado la prisión "en buen estado de salud".
  • Había sido condenado por tráfico de hachís y el rey intercedió por su liberación.
  • La familia se concentra ahora en solicitar un permiso penitenciario para que el indultado pueda visitar a un hijo hospitalizado.
Antonio García.
Antonio García.
ATLAS
Antonio García.

El camionero español Antonio García Vidriel, un jubilado de 67 años por quien intercedió el rey Juan Carlos I en su última visita a Marruecos, abandonó la prisión de Tánger en la mañana de este martes, tras meses de lucha por su traslado.

García Vidriel, condenado a cuatro años de cárcel por tráfico de hachís y enfermo de diabetes y con problemas de corazón, salió de la cárcel "en buen estado de salud", informaron a la agencia Efe fuentes de la penitenciaria, que agregaron que estuvo acompañado por la Policía marroquí y aparentemente no había ninguna persona del consulado español con él.

Ninguna fuente, ni española ni marroquí, aclaró cuáles serían los próximos pasos del chófer español ni en qué momento abandonaría Marruecos. En principio, el destino inmediato de García Vidriel es el penal de Puerto de Santa María (Cádiz), donde recalan todos los presos españoles antes de adjudicarles un destino en una prisión española.

Poco después de conocerse la noticia de su traslado, la familia del camionero sevillano aseguró que dedicarán su primer esfuerzo a que García Vidriel logre un permiso penitenciario para visitar a un hijo que está hospitalizado con quemaduras graves desde hace meses.

La familia, satisfecha

Según dijo Miguel García Vidriel, hijo del camionero, el traslado a España "es lo que queríamos" y en especial que su padre quede ingresado en una de las dos cárceles de la provincia de Sevilla, aunque la familia sigue defendiendo que es inocente y que alguien puso la droga en su camión aprovechando que estaba almorzando.

García Vidriel fue detenido en abril de 2012, cuando se encontraron casi nueve toneladas de hachís entre la mercancía del camión en que viajaba por Marruecos con su hijo. Tras ocho meses de prisión preventiva fue juzgado y condenado a cuatro años de cárcel por tráfico de drogas, mientras que su hijo fue condenado a diez años.

La visita en julio del rey Juan Carlos I a Rabat supuso una oportunidad para la Plataforma Presos en Marruecos para entregar al monarca una carta firmada por más de 67.000 personas en la que se le pedía que solicitara a las autoridades marroquíes permiso para trasladar a García Vidriel a España.

El rey Juan Carlos I planteó en Rabat al jefe del Gobierno marroquí, Abdelilah Benkirán, el caso de García Vidriel, y el mismo día en el que monarca español regresaba a España se anunció que el preso español sería liberado al día siguiente.

Sin embargo, García Vidriel ha tenido que esperar hasta el 13 de agosto para abandonar la cárcel de Tánger, y mientras tanto ha observado cómo otros presos españoles salían de diferentes prisiones de Marruecos gracias a uno de los indultos reales más polémicos otorgados en la historia de este país.

Un largo proceso

España pidió a Marruecos que se indultase a 18 de presos y se trasladase al resto, pero el pasado 30 de julio, el monarca Mohamed VI indultó a 48 presos españoles, entre los que no estaba el nombre de García Vidriel, pero sí el de su hijo, que estaba preso en Tánger junto a su padre.

Fuentes diplomáticas explicaron más tarde a Efe que García Vidriel no fue incluido en la lista de los presos que tenían que ser trasladados a España porque su proceso ya había comenzado hace meses por las vías que establece el acuerdo bilateral existente entre España y Marruecos y se consideraba que la solución era próxima.

El pasado 13 de diciembre se firmó el expediente de traslado a España de García Vidriel, y el 26 de julio, cuatro días antes del indulto de Mohamed VI, la decisión de continuar con su traslado fue aprobada en el Consejo de Ministros español, a propuesta del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.

Precisamente el lunes, diez presos españoles que cumplen condena en la cárcel de Tetuán, en el norte de Marruecos, iniciaron una huelga de hambre indefinida para mostrar su indignación por el indulto colectivo de 48 españoles, y pedir a las autoridades españolas que agilicen sus traslados a España.

"Otros presos (españoles) con condenas menores han sido puestos en libertad (con el indulto), lo que demuestra el nivel de irregularidades y desorganización", se quejó Sergio Parada, preso en la cárcel de Tetuán. Asimismo, explicó que "se han quedado en la cárcel personas mayores y otras enfermas", entre ellas, según él, un preso en la cárcel de Tetuán de 40 años que ha sido traslado recientemente al hospital y cuyo estado es muy grave.

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