Un exdirector de la clínica Santa Cristina asegura que las monjas actuaban "con total libertad"

  • Zamarriego se desvincula así de la presunta trama de bebés robados.
  • La denunciante llevó a Sor María como imputada a la justicia, pero ésta finalmente no declaró por su fallecimiento.
  • "Cada cual actuaba a su libre albedrío", ha dicho.
Imagen de una protesta de afectados por casos de bebés robados.
Imagen de una protesta de afectados por casos de bebés robados.
EFE
Imagen de una protesta de afectados por casos de bebés robados.

El exdirector de la clínica Santa Cristina José Zamarriego se ha desvinculado este lunes de la presunta trama de bebés robados y ha descargado la responsabilidad en sus subordinados y en las monjas de la congregación de las Hijas de la Caridad, quienes actuaban bajo su "libre albedrío" y con "total libertad" en el centro hospitalario.

Zamarriego ha declarado como imputado ante el juez Esteban Vega, que instruye una denuncia presentada por Purificación Betegón por la desaparición de sus gemelas el 23 de febrero de 1981.

La denunciante llevó a la religiosa Sor María por segunda vez como imputada a la justicia, pero ésta finalmente no declaró por su fallecimiento.

"Hasta que no me digan que hicieron con ellas, no voy a parar. Yo no tenía problemas y no las quise dar en adopción. Eran unas niñas deseadas", ha destacado la denunciante a la salida de los Juzgados, donde ha estado arropada por miembros de la asociación SOS Bebés Robados.

Tras concluir la comparecencia, el abogado de Betegón, Alipió Barbero, ha señalado que el imputado se ha excusado en su condición de director del centro para asegurar que no sabe nada de los hechos.

"Es un director que no sabe nada. Parece que es habitual que las personas con responsabilidad son los que menos controlan. No recuerda absolutamente nada", ha señalado el letrado y ha apuntado que lo único que reconoce como suyas son las anotaciones en las que se indicaba que las niñas de Betegón "estabas preparadas para la adopción", un extremo que siempre ha negado la madre.

El trato con las monjas "era inexistente"

Según el abogado, Zamarriego habría descargado en sus subordinados al asegurar que eran totalmente independientes en sus funciones. "Cada cual actuaba a su libre albedrío. Dice que no daba instrucciones", ha señalado Barbero.

Además, habría manifestado que su trato con las monjas y con Sor María, la asistente social, era casi inexistente. "Ellas tenían una residencia en el centro, pero no las controlaba. Cuando el llegó como director, estaba ya así. Sor María era la encargada de las adopciones y el resto hacía funciones de auxiliares", ha dicho.

Según el letrado, las Hijas de la Caridad dejaron de realizar determinadas funciones a partir de 1982 después de que las clínicas les exigiera titulaciones.

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