Zapatero: "Con mis amigos defiendo a Rajoy porque sé lo difícil que es ser presidente"

  • Zapatero ha hablado sobre la crisis económica e institucional en España.
  • Confía en que "la cosa mejore" y asegura entender al actual presidente.
  • Sobre el escándalo de los espionajes, asegura que no se sintió espiado en el G-20.
El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
EFE
El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

El exjefe del Ejecutivo José Luis Rodríguez Zapatero ha afirmado este martes que cuando uno abandona la presidencia debe dejar el debate público "a quien le toca" y tratar de apoyar a su país en lo que pueda.

"Siempre pensé desde mi convicción democrática que cuando uno deja de ser presidente debe dejar la tarea del debate público a quien está, a quien le toca. Y lo que puedes hacer cuando hables, en tu país o fuera de él, es apoyar o ayudar a tu país", ha enfatizado.

Rodríguez Zapatero se ha expresado así en la clausura de un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) sobre la crisis institucional, una crisis que él no aprecia, ya que prefiere hablar de un proceso de adaptación.

En su intervención, conducida por preguntas del moderador, el expresidente ha explicado que después de haber estado casi ocho años al frente del Gobierno español su "deber" y su "disponibilidad", con sus palabras o con sus escritos, es ayudar a que "la cosa mejore".

"No puedo entender de otra manera la actitud de alguien que ha estado en la Presidencia del Gobierno. Tu tiempo fue y se acabó", ha subrayado.

Por eso, no quiere criticar a su sucesor, Mariano Rajoy: "Me pasa con mis amigos, sale en una conversación y me pongo a defender a Rajoy y lo hago, porque sé lo difícil que es ser presidente del Gobierno y lo difícil que es la situación".

De hecho, entiende a Rajoy cuando dice que el pesimismo está en retirada, porque es difícil asumir la tarea de presidir un país sin sentirse optimista.

El propio Rodríguez Zapatero se ha mostrado convencido de que "vendrán mejores tiempos" y está seguro de que en ese futuro, "gobierne quien gobierne", se "repondrá" lo que se ha perdido hasta ahora por los recortes, porque la sociedad española así lo reclamará.

En su opinión, reivindicaciones y movilizaciones sociales como las que se viven en España y en otros países, y las vividas en otros momentos, acaban plasmándose en las agendas políticas y, muchas veces, en las leyes.

Para el expresidente, esas movilizaciones y protestas son "consustanciales" a la democracia y no hay que entenderlas como algo "alternativo" a la representación institucional, sino como un "estímulo" y una "exigencia" para sus representantes.

Tampoco cree que representen un "riesgo" para las instituciones, sino que las "vivifican". A su juicio, las fuerzas políticas deben hacer una "lectura inteligente" de ellas.

Preguntado por la reforma constitucional, no cree que sea "la gran urgencia" de España ni vaya a aportar soluciones "milagrosas" y considera más urgente un debate "sincero y profundo" sobre la forma de atajar la tasa de paro.

En su opinión, ninguna de las medidas que se han puesto sobre la mesa en las distintas crisis que ha atravesado España han conseguido evitar que el desempleo se eleve en esos momentos y no ha habido hasta ahora una "receta suficiente".

Piensa que la reforma de la Constitución podría "servir en algunos aspectos", por ejemplo, para abordar las "correcciones" que necesita el modelo autonómico.

Pero ha recordado que la reforma de la Carta Magna no es fácil, por el consenso que requiere, y además, insiste en que es más urgente atajar la tasa de paro, evitar situaciones de exclusión social y avanzar en derechos sociales, no sólo en España, sino en toda Europa que, según sostiene, aunque algunos digan que está en "decadencia", es "mucha Europa".

No se sintió espiado en el G-20

En respuesta a una de las preguntas del moderador, el expresidente ha negado haberse sentido espiado en aquellas reuniones en las que, según ha publicado el diario The Guardian, el Gobierno británico espió supuestamente a otros miembros del G-20. "Para nada", ha señalado ante esta pregunta Rodríguez Zapatero, quien ha afirmado no tener ninguna información al respecto y espera que el Gobierno británico la dé.

Según dice, le "preocupa" la noticia, porque reconoce al Gobierno, a la sociedad y a la democracia británica como "una gran democracia". Y le sorprendería "muchísimo" que una persona como Gordon Brown, primer ministro en aquellas fechas, y un hombre "íntegro y trabajador como pocos", hiciera algo que "desborde las reglas de la lógica de relación democrática y entre aliados".

De todas maneras, también ha querido "desdramatizar" este asunto destacando que las estrategias de las delegaciones que asisten a los encuentros del G-20 son algo "bastante más transparente de lo que parece". De hecho, ha resaltado que lo que se refleja después en los medios de comunicación se ajusta "más o menos, básicamente", a lo sucedido en los encuentros, aunque "no todo".

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