Los monjes 'shaolin', un camino espiritual convertido en negocio a escala mundial

  • El suceso de Juan Carlos Aguilar, el asesino autoproclamado 'abad' de un monasterio 'shaolin', ha desvirtuado la imagen de esta disciplina espiritual.
  • Los monjes shaolin tienen su origen en China, hace 1.500 años, y fundieron las artes marciales con el budismo de la India y el taoísmo.
  • Hoy en día su templo original, situado en Henan, reabierto por los comunistas, es una atracción turística y foco de numerosos intereses económicos.
  • El Templo Shaolin España asegura que el suceso de Bilbao ha perjudicado "infinitamente" a este arte marcial y a gente que son "buenos instructores".
Practicante del arte marcial Wushu Shaolín.
Practicante del arte marcial Wushu Shaolín.
KEVIN POH /WIKIPEDIA
Practicante del arte marcial Wushu Shaolín.

El suceso ocurrido esta semana en Bilbao, en el que Juan Carlos Aguilar, presunto maestro Shaolin, agredió brutalmente a una mujer y confesó haber matado a otra, ha llevado a los titulares de la prensa una disciplina espiritual y marcial que ha quedado empañada por lo macabro de los acontecimientos.

"Esta noticia nos ha perjudicado infinitamente", afirma el maestro de Kung Fu/ Wushu Víctor Díaz, representante del Templo Shaolin España, una institución dedicada a transmitir los valores tradicionales de los monjes shaolin. "Es una mancha a nivel mundial muy difícil de borrar: la noticia está corriendo por todas partes del mundo, afecta a los maestros más reconocidos  y perjudica a muchísima gente que son buenos instructores. Es una lacra que ha caído, no tiene nada que ver una cosa con la otra", asegura.

Juan Carlos Aguilar era muy conocido entre los practicantes de las artes marciales chinas, explica el asturiano Víctor Díaz. "Era una persona sumamente mentirosa, muy fantasiosa y con un gran afán de protagonismo. Era hermético y muy raro", asegura.

Juan Carlos Aguilar se hacía llamar 'Huang C. Aguilar', hace años apareció en la prensa como "el primer monje shaolín de occidente" y se autodenominaba abad del monasterio budista  Chan/Zen Oceáno de la Tranquilidad,  en referencia al gimnasio que regentaba en Bilbao.

El representante del Templo Shaolin España explica que no podía ser monje shaolin porque para ser admitido como tal es necesario "tener la nacionalidad china". Además, puntualiza, el ordenamiento de nuevos monjes es algo poco habitual, ya que implica un vínculo para toda la vida.

Al contrario que Juan Carlos Aguilar, los verdaderos monjes shaolin no se dan ningún tipo de publicidad, va en contra de sus creencias, aclara Díaz. Y asegura que a España han llegado algunos, huyendo del régimen comunista, pero viven de manera desapercibida.

Shaolin, un estilo de artes marciales

La orden de los monjes shaolin tiene su origen en China, hace 1.500 años. "Fueron un crisol de sabiduría y espiritualidad, tomaron el budismo de la India y el taoísmo de la cultura china, y lo fundieron junto con las artes marciales", explica Víctor Díaz.

En el templo shaolin se gestó buena parte de las artes marciales orientales que se conocen hoy en día, sus conocimientos se divulgaron y su disciplina marcial dejó de ser algo exclusivo de los monjes.

Con el paso de los años dio lugar a lo que hoy se conoce como Wushu, un compendio de diferente estilos de artes marciales chinas convertidas en un deporte que aspira a ser olímpico, más conocido por el nombre que se popularizó en cine y televisión en los años 60: el Kung Fu.

Entre los muchos estilos del Wushu o Kung Fu se incluye un estilo propiamente vinculado al que practicaban los monjes: el estilo Shaolin. Para practicarlo, e incluso para convertirse en instructor de esta disciplina, no es necesario ser monje.

Un monasterio en manos de turistas

Y uno de los lugares donde es posible aprenderlo es el Templo Shaolin de la provincia de Henan, un antiguo monasterio que es Patrimonio de la Humanidad y un foco importante de turismo.

"Con la revolución de Mao en 1949 fueron suprimidas las religiones, los monjes pasaron a la vida convencional", indica el experto en artes marciales chinas, Víctor Díaz. "En los años 60 la serie de Kung Fu y las películas de Bruce Lee despertaron un interés mundial y el gobierno chino decidió adecuar los templos para coger turistas. Hoy el Monasterio de Henan recibe 2 millones de visitas al año", asegura.

"Allí apenas viven 20 monjes, no hay práctica religiosa ni de Kung Fu, es un lugar turístico", afirma Díaz. Pero en los alrededores, a poca distancia del templo, hay escuelas de enseñanza del Wushu shaolin, donde los practicantes pueden llegar a obtener la titulación de intructores de este arte marcial.

"La gente allí se viste de monje y se rapa la cabeza, se hace fotos en el templo con los maestros titulares, queda todo muy bonito", relata Víctor Díaz. Este fue el caso de Juan Carlos Aguilar, al que Díaz reconoce que era un buen deportista, pero en modo alguno un monje.

En su opinión, el budismo zen y las enseñanzas de los monjes shaolin tienen una serie de valores muy útiles para la vida, pero todo ello ha caído en los intereses económicos del gobierno chino, que lo ha convertido en un planteamiento mercantil muy alejado de su origen espiritual.

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