Las Cortes de Castilla-La Mancha han aprobado, con los votos del PP y el rechazo del grupo socialista, una ley de caso único para indemnizar a las familias de las víctimas del incendio de Guadalajara, ocurrido en julio de 2005 y que se saldó con once fallecidos.

Mediante esta ley, los familiares de los fallecidos en ese incendio percibirán cantidades que van de los 42.701,5 euros para los hijos menores de edad hasta los 102.483,64 euros, en el caso de las viudas.

La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha manifestado que, para el PP y el Gobierno regional, este nunca ha sido "un asunto de lucha partidaria", sino que lo ha visto siempre como "un tema de justicia y reconocimiento a las familias de las víctimas" que "tan mal lo han pasado y a los que tanto les debemos".

La consejera de Agricultura, María Luisa Soriano, ha manifestado que se pretende "honrar la memoria de los fallecidos" y ayudar a sus familiares a paliar el dolor que sienten, sin olvidar que sus pérdidas son "irreparables e impagables".

El pleno del Parlamento ha rechazado las dieciocho enmiendas presentadas por el grupo socialista, contrario a esta iniciativa porque los familiares de las víctimas ya han recibido compensaciones superiores a 360.000 euros. Y porque, según el diputado socialista José Molina, hay un informe jurídico de la Junta y otro de el Consejo Consultivo contrarios a esas nuevas compensaciones.

La ley establece, además de las indemnizaciones a las viudas y a los hijos menores, unas cuantías de 93.943,3 euros para los progenitores que compartían domicilio con las víctimas y de 68.322,4 euros para los padres que no residían con ellos. Las cuantías coinciden con el sistema de valoración de daños y perjuicios en accidentes de circulación.