El hermano y la abuela de los mellizos de A Coruña niegan malos tratos y dicen que estaban "bien cuidados"

Una amiga de la madre y cuidadora de los niños manifiesta que la madre sabía "perfectamente" que su pareja era agresiva

El hermano de los mellizos asesinados a golpes en A Coruña en agosto de 2011, David Lista, y su abuela materna, Esther Souza, han negado este miércoles que los menores sufriesen malos tratos por parte de la madre o de la pareja de ésta, autor confeso del crimen. Mientras, una cuidadora y amiga de la progenitora ha dicho que ésta sabía "perfectamente" que su pareja era agresiva.

En la segunda sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial coruñesa, el hermano de los niños, que tenían 10 años de edad, ha dicho que ni su madre ni su entonces pareja los maltrataban, aunque ha reconocido que en una ocasión vio al acusado dar "un tirón de orejas" a uno de los mellizos.

Sobre el autor confeso del crimen, Javier E.F., ha afirmado que no le "caía bien", aunque ha puntualizado que el acusado se "preocupaba" por la educación de sus hermanos, quienes, según ha dicho, eran "rebeldes" y necesitaban disciplina. "Nunca tuve ningún problema con él pero no me gustaba", ha afirmado en referencia al autor confeso.

A preguntas de la Fiscalía, el hermano de las víctimas ha negado, a diferencia de lo que declaró ante la Policía con anterioridad al juicio, que su madre tuviese intención de "internar" a los mellizos, sino que, según ha aclarado, "quería cambiarlos" de centro escolar.

"estaban bien cuidados"

Por su parte, la anciana, con problemas de audición, también ha defendido a su hija, Mar Longueira, al afirmar que "nadie pegó a los niños" y que estaban "bien cuidados". También ha negado que la madre insultase en alguna ocasión a los pequeños que, sin embargo, según ha declarado, "se pegaban entre ellos".

"Hacían lo que les daba la gana", ha afirmado sobre el comportamiento de los menores. A preguntas de la Fiscalía sobre el carácter del acusado, la abuela materna se limitó a decir: "Yo tenía mi vida a parte". "¿Qué quiere que le diga? Estaban a su vida y yo a la mía", ha agregado la anciana que no pudo contener las lágrimas al final de su declaración.

Además, en la sesión de este miércoles ha declarado una amiga de la madre y cuidadora de los mellizos que ha afirmado que la mujer conocía "perfectamente" que el autor confeso era agresivo con los niños y que éste insultaba frecuentemente a los pequeños, pero ella "hacía todo lo que él pidiera" porque "estaba muy enamorada".

Decía que "eran como animales"

A renglón seguido, ha indicado que en una ocasión llamó al teléfono del menor porque temía por los niños tras presenciar una actitud agresiva del acusado. Sin embargo, la abogada del procesado, Lucía Rama, hizo referencia en la sesión varias contradicciones de esta mujer entre lo dicho en el juicio con respecto a las anteriores declaraciones ante la policía.

En el juicio, ha relatado que el acusado llamaba a los niños "locos" y decían que "eran como animales". Además ha reconocido que la pareja mantenía peleas constantes y ha dicho que cuando se reconciliaban la madre "pasaba de los niños".

"Algunas veces se oponía, pero con la boca pequeña", ha afirmado a preguntas de la Fiscalía sobre la actitud de la madre quien, según ha manifestado esta testigo, sabía que el acusado padecía problemas psiquiátricos.

VECINOS

En la segunda sesión también ha declarado una vecina del edificio donde vivían los menores, junto con su madre y su entonces pareja. A preguntas de la Fiscalía, ha dicho que no escuchaba golpes ni ruidos en la casa y que el día de los hechos sólo oyó como si un "objeto" se cayese al suelo.

Asimismo, ha reconocido que no apreciaba signos de malos tratos hacia los niños. "Era una familia normal", ha afirmado antes de asegurar que "nunca" vio al acusado pegar a los niños.

POLICÍAS

Antes que esta vecina, varios policías que tomaron declaraciones a los acusados el día de los hechos han señalaron que, en el momento de relatar lo sucedido, el acusado era "coherente" y estaba "tranquilo".

Mientras, sobre la actitud de la madre, han dicho que estaba "exageradamente tranquila" y que tenía una "actitud muy fría". "Nunca lloró", ha declarado un agente.

El autor confeso del crimen se enfrenta a penas que suman 50 años de prisión por dos delitos de asesinato y otro de malos tratos psíquicos y físicos a los menores.

Mientras, para la madre de las dos menores, se piden penas de 11 años por un delito de maltrato y por omisión de su deber de garantizar la seguridad de los menores. El juicio está previsto que se prolongue hasta el día 13.

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