Un imputado en el Madrid Arena asegura que la seguridad se rebajó por motivos económicos

Los preparativos de la Thriller Music Park del Madrid Arena, en Facebook.
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El coordinador de Seguridad de Madrid Espacio y Congresos (Madridec), Jorge Rodríguez Caamaño, declaró este viernes ante el juez del 'caso Madrid Arena' este viernes que la seguridad del evento era menor porque las administraciones no tenían dinero para destinar más personal y que el Ayuntamiento de Madrid y la Delegación de Gobierno suprimieron desde el pasado 30 de agosto cualquier reunión de coordinación y de seguridad por falta de medios económicos.

Rodríguez Caamaño, imputado en el caso, declaró durante más de tres horas en los juzgados de Plaza de Castilla. Al concluir, el juez le impuso la obligación de presentarse en las dependencias los días 8 y 22 de cada mes como medida cautelar.

"Hoy hemos llegado a la conclusión de que, desde el 30 de agosto de 2012, el Ayuntamiento de Madrid por falta de medios ha suspendido cualquier reunión para establecer medidas de seguridad en los eventos. Por ello, [Rodríguez Caamaño] ha dicho que no había Policía y que había mucha menos seguridad porque económicamente el Ayuntamiento y la Delegación no podían", destacó el abogado Ábdon Núñez, que defiende a la familia de Belén Langdon.

Esta versión coibncidiría con la de los sindicatos policiales, que denunciaron que el Consistorio no envió más agentes a vigilar el entorno de la macrofiesta para no pagar más horas extra.

En otro momento, el imputado habría reconocido que la Policía Municipal conocía "perfectamente que había botellón", según recogió la agencia Europa Press, a pesar de lo cual no hizo nada por evitarlo. También señaló que las cámaras de seguridad del recinto son competencia de Madrid Espacios y Congresos y que sabían que algunas no funcionaban, ya que tampoco había dinero para sustituirlas.

Inspeccionó el montaje

Caamaño inspeccionó el montaje del escenario y las salidas y accesos de emergencias horas antes de la avalancha humana que provocó el fallecimiento de las adolescentes Katia Esteban, Rocío Oña Pineda, Cristina Arce, Belén Langdon y María Teresa Alonso. Además, estuvo con dos funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía, que le solicitaron la documentación y los permisos del evento.

Según los planos aportados, por el organizador, la empresa Diviertt del empresario Miguel Ángel Flores, el escenario principal tapaba al menos una de las  salidas de emergencia. A pesar de ello, recibió el visto bueno. Además, otras vías de evacuación quedaron obstruidas durante la noche. La aglomeración en una de ellas provocó las cinco muertes.

El coordinador de Seguridad permaneció en el recinto hasta las 3.00 horas y en su informe posterior aseguró que, a esa hora, personal de Madrid Arena realizó una comprobación visual del aforo "sin que éste aparentemente estuviera cubierto". Según el recuento de entradas, aquella noche accedieron al pabellón al menos 16.791 personas. Tampoco se controló el aforo por planta.

Nadie vio problemas o exceso de aforo

Caamaño ha sido llamado por el juez después de que hayan expuesto su versión en calidad de imputados el director de Madridec, Rafael Pastor, y el coordinador de Proyectos y Operaciones, Francisco del Amo, quienes incurrieron en numerosas contradicciones entre ellos, según las acusaciones particulares.

Pastor dijo al juez que él solo era responsable de la seguridad del edificio vacío. Sobre el dispositivo de personal, afirmó que era "menor" que el que se había dispuesto para fiestas similares a la del 1 de noviembre.

Como sus compañeros de Madridec, aseguró que hasta las 3.30 horas todo era "normal" en el recinto y que no había problemas ni en las salidas de evacuación. Eso, pese a que las grabaciones de las cámaras de seguridad muestran importantes aglomeraciones en los accesos a partir de las 2.30 horas y de que se abrió un portón de emergencias y varias salidas de evacuaciónde forma irregular para dar acceso al público desde el exterior.

Francisco del Amo, por su parte, tampoco vio nada irregular aquella noche. De hecho, declaró que confiaban en Flores porque "nunca" antes les había fallado.

El pasado lunes, un responsable de Seguridad de Seguriber culpó a Del Amo de ordenar abrir el portón de emergencias por el que entraron a la pista principal en masa 2.500 personas sin control alguno. Además, aseguró que este mandó a los vigilantes que los controles fueran más "livianos".

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