Edmundo Reboredo, invidente, de 81 años, y padre de David, el extoxicómano vigués que ingresó en la prisión pontevedresa de A Lama el pasado miércoles, ha remitido una carta al rey don Juan Carlos en la que solicita a la Casa Real el indulto para su hijo, condenado a siete años de prisión.

Este octogenario, ex traductor-intérprete jurado que suma casi dos décadas sin vista a causa de un glaucoma, ha contado que su "chaval" hace tiempo que dejó las drogas, en las que cayó a una edad muy temprana, en plena adolescencia, y que si bien tuvo dos recaídas, ha ido al penal ahora por medio gramo de heroína escaso.

David Reboredo, de 42 años, fue condenado en 2007 por vender una papelina de heroína, pero consiguió que le suspendiesen la sentencia a cambio de participar en un programa de desintoxicación y con el compromiso de no reincidir.

Sin embargo, sufrió una recidiva similar en 2009, por la que también fue castigado, con lo que finalmente acumuló dos sentencias que en total suman siete años de prisión.

"Este intercambio de papelinas es frecuente entre drogadictos, y serían tan solo 200 miligramos de sustancia psicoactiva en uno y otro caso", ha dicho su progenitor, desde su domicilio, en el barrio obrero de O Calvario, en Vigo.

Asimismo, ha recordado que David posee una minusvalía de un 45%, resultado de la implantación de una prótesis de cadera, y que es propenso a las infecciones de huesos. Edmundo Reboredo tiene cuatro hijos más, tres varones y una mujer, "y todos estamos en esta lucha", confiesa.

Edmundo se emociona cuando dice que David era "sus ojos", "y perdón por usar este tiempo verbal, quiero decir es", matiza, y aclara que sintió rabia cuando supo que las peticiones de perdón presentadas habían sido rechazadas y que no quedaba otra salida que no fuese el ingreso en el centro penitenciario.

Izquierda Unida ha anunciado que interpelará al ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, para que, precisamente, dé explicaciones en el Congreso de los Diputados del motivo que ha llevado a su departamento a no aceptar la condonación.

Edmundo tendrá esta tarde 40 minutos para estar con su hijo, un tiempo que empleará, ha avanzado, para darle "grandes ánimos a un gran luchador".

"No solo se reinsertó, sino que intentó convencer a otra gente para que no se dejase llevar por esta lacra. Se convirtió en una especie de agente de la salud, y nosotros estamos orgullosos de esa labor que él hizo", concreta.

Añade, asimismo, que tanto informes psicotécnicos como psiquiátricos avalan que David había conseguido "abandonar las drogas totalmente", que estaba limpio.

Edmundo Reboredo subraya que ha enviado también sendas misivas al ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, y a la titular de Fomento, Ana Pastor, nacida en Zamora aunque profundamente "gallega".

"La justicia debiera ser ciega, y muchas veces no lo es", afirma este hombre con cierta ironía, dada su dolencia, mientras exhibe las cincuenta camisetas que se pondrán los familiares y amigos de David en el acto de protesta previsto para este lunes en el museo MARCO de Vigo, auspiciado por el Grupo Imán de Autoapoyo, del que David Reboredo es un colaborador activo.

El lema de la concentración será "Xustiza para David" (Justicia para David).

Edmundo recalca que su hijo estaba con él, lo ayudaba en las tareas domésticas —labores para las que ahora cuenta con la colaboración de sus otros hijos y nueras— y lo acompañaba en sus paseos.

La mujer de Edmundo tiene 78 años, y precisa que le echen una mano. "Yo ahora me siento un poco más aislado", puntualiza Edmundo, "pero con voluntad, cuando uno pierde la vista no puede quedarse quieto y encerrarse en su casa, y cuando uno tiene un hijo como David solo puede seguir su ejemplo y luchar", manifiesta.

La batalla, insiste, no será política, sino jurídica y social, y en ella espera contar con el apoyo del mundo del deporte, porque "mi hijo fue una figura en el balonmano, y en otras prácticas deportivas".

De momento, la plantilla del Real Club Celta de Vigo ya se ha solidarizado, con sus firmas.

"En el caso de David hay muchas otras personas, solo que nosotros hemos querido dar repercusión a lo que le ha sucedido", recrimina su padre, que agrega: "la terapia para dejar esta lacra y la justicia no van a la par, no se coordinan los tiempos".