Alberto Núñez Feijóo agradece a los gallegos su apoyo "cuando más difícil es la situación"

Núñez Feijoo, tras conocerse la victoria del PP en las elecciones gallegas.
Núñez Feijoo, tras conocerse la victoria del PP en las elecciones gallegas.
EFE
Núñez Feijoo, tras conocerse la victoria del PP en las elecciones gallegas.

El candidato del PP a la presidencia de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado que el objetivo principal del mandato que le han otorgado las urnas este 21-O será "salir de la crisis" y ha agradecido a los gallegos su confianza "cuando más difícil es la situación".

El popular ha dicho que recibe este apoyo, que se ha traducido en una mayoría absoluta de 41 escaños —aunque también en una pérdida de 164.492 votos— "con humildad y siendo muy consciente de la responsabilidad" que supone. Su compromiso, ha insistido, es el de "gobernar para todos", los que le han votado y los que se han abstenido, ha explicado.

Feijóo ha tenido tres "recuerdos" especiales durante su discurso, el último de todos los de los candidatos de las elecciones gallegas. Han sido para los parados —"quiero decirles que son los primeros a los que me debo"—; para Manuel Fraga, fallecido este año —"Sin él esto no sería posible, él fundo el PP, fundo el pertido que más se parece a Galicia"—; y para el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

El popular ha afirmado que se está "gobernando con responsabilidad" en España y que eso "ha ayudado a aumentar la confianza" en el PP gallego; "Lo que es bueno para España es bueno para Galicia", ha añadido. La revalidación de su cargo supone un caso poco común —"No es habitual", ha dicho él mismo— desde que estalló la crisis económica, que se ha llevado por delante gobiernos de todo signo político en todo el mundo.

El paso atrás de Manuel Fraga

Licenciado en Derecho y funcionario de la escala superior de la Administración autonómica de 51 años (Os Peares-Ourense, 1961), Núñez Feijóo ya está acostumbrado a sorprender a propios y extraños, ya que en 2009, cuando nadie apostaba por él y con la gran mayoría de las encuestas en contra, consiguió la mayoría absoluta en las primeras elecciones a las que se presentaba como candidato.

Antes, Núñez Feijóo había desarrollado su carrera como gestor en puestos de la Administración autonómica y después en la central, al frente de dos de los organismos más grandes del Estado, el Insalud (1996-2000) y Correos (2000-2003).

En ese año, 2003, el entonces presidente gallego Manuel Fraga lo llamó para una remodelación de su gabinete, movido por la crisis de gestión en la catástrofe del petrolero Prestige, en el que entró como conselleiro de Política Territorial y un año más tarde como vicepresidente primero.

Tras la derrota electoral en junio de 2005 Fraga decidió dar un paso atrás, lo que permitió que Núñez Feijóo, que se había postulado para liderar el partido, se hiciese con las riendas en un congreso en enero de 2006.

En las municipales de 2007, al tiempo que estaba en la oposición en la Cámara autonómica gallega, tuvo que afrontar su primer gran revés como líder del partido, ya que el PSOE, que en aquel momento gobernaba en España y en Galicia, trasladó ese poder a las ciudades gallegas, algunas en coalición con el BNG, de modo que Ribeira (menos de 50.000 habitantes) pasó a ser la ciudad más grande con gobierno del PP.

Junto a esta ciudad y numerosos ayuntamientos pequeños, el único poder que conservaba el PP estaba en la Diputación de Ourense y en la de Pontevedra, que logró conservar "in extremis" la noche electoral por menos de 200 votos en un partido judicial. A pesar de que el PP ganó las elecciones generales en 2008 en Galicia, los resultados fueron insuficientes y su partido volvió a perder en España.

Medidas de austeridad

Con todas las encuestas en contra, que indicaban que la coalición PSdeG y BNG revalidaría el Gobierno gallego, afrontó las autonómicas de 2009, cuando la crisis ya comenzaba a dejar notar sus efectos con fuerza.

Núñez Feijóo logró la victoria y comenzó a tomar una serie de medidas de austeridad en las cuentas públicas que han llevado a la comunidad a disponer en 2012 de un presupuesto similar al año 2006, esto es, unos 3.000 millones menos de euros. Estos ajustes le valieron el apodo de "Alberto, el austero" por parte de los grupos de la oposición, que han criticado con dureza los "recortes" del Gobierno gallego.

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