El Príncipe de Asturias, que el próximo mes de mayo será padre por segunda vez, considera que la reforma de la Constitución para eliminar la discriminación del acceso de la mujer al tono no es urgente.
Don Felipe asistió sin la Princesa de Asturias pero junto al resto de la Familia Real a la recepción celebrada en el Palacio Real con motivo de la celebración hoy, 12 de octubre, de la Fiesta Nacional.
Doña Letizia estuvo antes en el desfile militar que tuvo lugar en el Paseo de la Castellana de Madrid, pero pidió permiso a Don Juan Carlos para ausentarse de la recepción, dadas las molestias de su segundo embarazo, informó un portavoz de la Casa del Rey.
La Princesa de Asturias presenció la parada militar, como el resto de autoridades que asistieron a la misma, de pie en la tribuna de honor, pero posteriormente consideró oportuno no estar en la recepción en la que la Familia Real saludó uno a uno a los cerca de los mil invitados.
Tras los saludos en el salón del Trono, la recepción se desarrolló de pie, durante casi dos horas, en el comedor de gala en el Palacio Real.
La reforma constitucional, sin prisas
En una conversación distendida con periodistas, el Príncipe de Asturias reiteró que no es urgente reformar la Carta Magna para equiparar los derechos de mujeres y hombres en la sucesión a la Corona.
Don Felipe, ante el nacimiento de su segundo hijo, confesó que desde el punto de vista humano tanto a él como su esposa preferirían no conocer el sexo del bebé hasta su nacimiento.
Doña Letizia, con molestias
A las preguntas sobre cómo se encuentra la Princesa, Don Felipe respondió que tiene bastantes molestias, como en su primer embarazo, y añadió que confía en que podrá estar presente el próximo viernes en el teatro Campoamor de Oviedo en la entrega de los Premios Príncipe de Asturias.
El año pasado Doña Letizia, en su último mes de embarazo, asistió al desfile del 12 de octubre, pero no estuvo presente en la posterior recepción ni en la entrega de los premios en Asturias.
Al Príncipe se le iluminó la cara cuando fue preguntado por la Infanta Leonor, que el próximo día 31 cumplirá su primer año, una niña muy tranquila, muy buena y que en su primer año no ha tenido ni un simple resfriado.
La Infanta Leonor, según su padre, ya comienza a dar sus primeros pasos, aunque con ayuda y, a pesar de que no dice todavía papa o mama con soltura si pronuncia con total claridad: "agua".
Agua como la que el miércoles soportó estoicamente Don Felipe en Avila en el acto de entrega de títulos a los nuevos agentes de la Policía Nacional, que transcurrió bajo una intensa lluvia, que tanto el Príncipe como autoridades y público aguantaron sin paraguas.
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