El Ayuntamiento derriba una parroquia y las casas de 20 personas en El Gallinero

  • El Consistorio asegura que estaban deshabitadas, pero en ellas vivían 12 adultos y 23 menores de edad, según los voluntarios.
  • La demolición se produjo con orden judicial a instancia de la Junta de Compensación de Valdecarros, propietaria de los terrenos.
  • Voluntarios y colectivos sociales presentaron un plan para ayudar a los chabolistas más pobres de Madrid, pero no han recibido respuesta.
Tres niños, sentados entre los escombros de una chabola en El Gallinero.
Tres niños, sentados entre los escombros de una chabola en El Gallinero.
Jorge París
Tres niños, sentados entre los escombros de una chabola en El Gallinero.

El Ayuntamiento de Madrid derribó este martes nueve chabolas y la construcción que servía como iglesia evangélica en el poblado de El Gallinero, la zona más pobre del asentamiento conocido como la Cañada Real. Según el párroco de la iglesia San Carlos Borromeo de Vallecas, 12 adultos y 23 menores se quedaron en la calle.

Antes de las 8.00 horas, la Policía Local, acompañada por agentes antidisturbios, tomó la zona del poblado donde se situaban las construcciones. Técnicos del departamento de Disciplina Urbanística del Ayuntamiento de Madrid portaban la orden judicial emitida a petición de la Junta de Compensación de Valdecarros, propietaria de los terrenos y responsable de los gastos.

Al grito de "¡Fuera!", los operarios de las dos palas excavadoras enviadas por el Consistorio comenzaron a tirar las chabolas. En principio, la orden afectaba a 8 viviendas "no ocupadas", aunque finalmente cayeron 10, además de la iglesia evangelista —religión que profesan la mayoría de los habitantes del núcleo, rumanos de etnia gitana— y un espacio de juego levantado por habitantes y voluntarios para los niños.

"Lo han dejado amontonado"

A las 11 de la mañana, todo había quedado reducido a escombros. "Lo han dejado amontonado aquí, sin llevarse los desechos, con el consiguiente peligro para los adultos y, especialmente, para los niños", explicó a 20minutos.es Miguel Ángel Vázquez, voluntario de la San Carlos Borromeo.

Javier Baeza, párroco de la conocida como 'Parroquia Roja' de Entrevías añadió que la operación se había llevado a cabo sin órdenes de entrada. "Claro que había viviendas ocupadas. Han tenido que sacar a una mujer de una de ellas. Nuestros abogados ya trabajan en ello porque ha sido un atropello", zanjó.

Según su versión, el Samur Social, que ofrece hasta tres días de alojamiento y manutención a las personas que pierden su vivienda, se personó en la zona, pero no actuó. "Justo el viernes el Gobierno indulta a miles de casas ilegales y chiringuitos de playa mientras a esta gente la dejan en la calle", denunció.

Según el Ayuntamiento, el Instituto de Realojamiento e Integración Social (Iris) certificó el pasado verano que las casas no tenían dueño, lo que hacía innecesaria la orden de entrada en el domicilio. El párroco de la San Carlos Borromeo, sin embargo, aseguró que ya habían advertido de que las ausencias eran temporales y que las familias habían vuelto al poblado.

Los olvidados

El Gallinero es la zona chabolista más pobre de Madrid. Acoge a 430 personas que han convertido en su hogar un terreno situado en el futuro desarrollo de Valdecarros (entre la A-3 y la M-50), a solo 14 kilómetros de la Puerta del Sol. En verano, es un desierto. En invierno, las lluvias inundan la zona y provocan continuos problemas de salubridad, entre ellos, la aparición de plagas de ratas.

En total son 89 familias que cuidan de 185 menores de edad —60 de tres a cinco años y 125 de seis a dieciséis años—, según datos oficiales divulgados por el Ayuntamiento en marzo de este año.

La Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento dejaron este asentamiento fuera de los planes de solución para la Cañada Real, el asentamiento ilegal más grande del seur de Europa. El Consistorio aseguró que elaboraría un plan integral independiente para sus habitantes, pero, hasta hoy, no lo ha presentado.

Un plan alternativo

Quienes sí han elaborado un plan son los voluntarios de las parroquias San Carlos Borromeo y Santo Domingo de la Calzada (situada en la misma Cañada Real) en colaboración con estudiantes de arquitectura de la Universidad de Alcalá de Henares y miembros del Equipo de Intervención con Población Excluida de la Comunidad. Parte de esots voluntarios, con Cáritas, también quieren construir una guardería.

Su idea es trasladar El Gallinero a otra parcela de titularidad pública de Valdecarros (costaría menos de tres millones de euros para un barrio de 100 casas, en lugar de las 110 chabolas actuales) y construir escuelas-taller mediante las que formar e integrar social y laboralmente a sus habitantes.

El plan se presentó en el espacio La Casa Encendida, de la Obra Social Caja Madrid, el pasado mes de septiembre. Caixaforum y Matadero Madrid (propiedad del Ayuntamiento), se negaron a acoger el evento.

El Consistorio, por el momento, no ha dado una contestación. Cuando el concejal socialista Pedro Zerolo pidió referencias a Ana Botella en julio sobre el plan que anunció para los chabolistas más pobres de la ciudad, el Consistorio le remitió un solo folio por una cara sin ninguna medida concreta.

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