El presidente francés, François Hollande, ha afirmado este lunes que si el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, recurriese a las armas químicas, sería suficiente para justificar una intervención de la comunidad internacional. Del mismo modo se expresó la semana pasada su homólogo estadounidense, Barack Obama.

"Nos mantenemos muy vigilantes con nuestros aliados para prevenir el uso de armas químicas por parte del régimen (de Al Asad), lo que para la comunidad internacional sería una causa legítima de intervención directa", destacó Hollande en su discurso de apertura de la XX conferencia anual de embajadores franceses.

Hollande afirmó que es consciente de "la dificultad de la labor" y de los riesgos que implica, pero consideró que la situación supera el ámbito sirio y afecta a la seguridad de Oriente Medio, y "en particular a la independencia y estabilidad del Líbano".

"Al Asad debe partir. Continúa con una violencia inusitada masacrando a la población, destruyendo ciudades, provocando la muerte de mujeres y niños. Es insoportable para la conciencia humana e inaceptable para la seguridad y la estabilidad de la región", señaló en esa intervención.

Hollande consideró además que se debe recurrir al Tribunal Penal Internacional para que los responsables sean juzgados, y sostuvo que para ayudar a la población siria deben superarse los obstáculos en el seno del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, cuya capacidad se ve debilitada a su juicio por el bloqueo de Rusia y China.

"Mantendremos todo el tiempo que sea necesario la presión en el Consejo para lograr un consenso de la comunidad internacional. Pero de manera inmediata, hay que actuar", apuntó en esa alocución.

"Francia pide a la oposición siria que constituya un gobierno provisional y representativo, que pueda convertirse en el representante legítimo de la nueva Siria. Instamos a nuestros socios árabes a ayudarles en ese camino. Francia reconocerá a ese gobierno cuando se haya formado", manifestó.

Hollande añadió que su país apoya además sobre el terreno a quienes trabajan en favor de una "Siria libre, democrática, respetuosa de los derechos humanos y garante de la seguridad de todas sus comunidades".

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, por su parte, ha pedido una investigación "inmediata" de la matanza registrada en la población siria de Daraya (a las afueras de Damasco), donde murieron más de 300 personas en los últimos días, lo que calificó de "crimen atroz y brutal".

"Se debe investigar inmediatamente la muerte de centenares de civiles en Daraya, de manera independiente e imparcial y tan pronto como sea posible", dijo el portavoz de Ban, Martin Nesirky, quien expresó su "enérgica condena" ante lo ocurrido en Siria ante la prensa en la sede central de la ONU en Nueva York.

Según el portavoz, el máximo responsable de la ONU está "conmocionado" ante lo ocurrido en los últimos días en Daraya y destaca la importancia de que quienquiera que sea el responsable de lo ocurrido "tiene que rendir cuentas", por lo que subrayó la importancia de investigar la matanza.

Ban pidió una vez más que "se pase del baño de sangre al diálogo político tan rápido como sea posible", ya que "la única salida a este conflicto es una solución política que tiene que estar dirigida por el pueblo sirio, para que se respondan a sus aspiraciones".