Varios centenares de empleados públicos de los departamentos de Empleo, Fomento y Medio Ambiente cortaron este martes durante cerca de 20 minutos el Paseo de la Castellana de Madrid a la altura del complejo de Nuevos Ministerios para protestar por los recortes aprobados por el Gobierno que, entre otras medidas,les ha dejado sin paga extra de Navidad.

Los funcionarios del Ministerio de Sanidad hicieron lo propio a la altura del Paseo del Prado, mientras que los de los Ministerios de Industria, Energía y Turismo, y de Economía y Competitividad ocuparon la calzada a la altura de la Plaza de Cuzco. Tras los quince minutos que duraron ambos actos, los manifestantes, de manera pacífica y ordenada, disolvieron la concentración y regresaron a sus puestos de trabajo, sin que se produjeran altercados.

En la calle O'Donnell, a la altura del Hospital Gregorio Marañón, el personal del centro se sumó a las reivindicaciones. En la autovía de Colmenar (carretera M-607), loe empleados de la Universidad Autónoma invadieron la calzada durante varios minutos.

Por la tarde, y también en el centro, los sindicatos CC OO, UGT y CSI-F lograron reunir a más de un millar de funcionarios a las puertas del Ministerio de Hacienda, en la calle de Alcalá, donde el tráfico fue interrumpido parcialmente.

Durante las concentraciones de este martes, los manifestantes profirieron proclamas contra los recortes del Gobierno, entre ellos "¡Quiero mi paga!", "¡Manos arriba, esto es un atraco!" y "¡Dimisión!". Asimismo, exhibieron pancartas en las que se leían lemas como "Próximo parado, un diputado". "Salgo a defender mis derechos como trabajadora, estoy afónica de tanto gritar y voy a seguir saliendo a la calle, como deberíamos hacer todos", ha explicó Susana, empleada del Ministerio de Sanidad.

A las protestas de los funcionarios se han sumado este martes agentes de Policía Nacional fuera de servicio y sin uniforme. Convocados por la Confederación Española de Policía (CEP) y Unión General de Policías (SUP), alrededor de un centenar de policías se han concentrado ante el complejo policial de Canillas, donde había un acto de presentación de nuevos agentes.

Los manifestantes, que llevaban camisetas de los sindicatos, gorras azules y vuvuzelas, han gritado "fuera, fuera" al director general de la Policía, Ignacio Cosidó, y a otras autoridades como la alcaldesa de la capital, Ana Botella, y la consejera de Presidencia y Justicia de Madrid, Regina Plañiol.

Es el tercer día consecutivo en el que los empleados públicos cortan el eje central de Madrid para protestar contra el último 'hachazo' a las cuentas públicas aprobado por el Gobierno —65.0000 millones de euros— que obligará a pagar más IVA, más IRPF en el caso de los autónomas y supondrá recortes en los sueldos de los funcionarios, la Ley de Dependencia o la ayuda al alquiler y las distintas modalidades de la prestación por desempleo.

CC OO, UGT y CSIF ya han anunciado que el sector de la Administración General del Estado (AGE) realizará a lo largo de esta semana concentraciones en cada departamento ministerial y centros de la AGE, a las 12.00 horas.

El próximo jueves, las tres centrales se reunirán para seguir concertando medidas de presión comunes a lo largo de los próximos meses, entre ellas la convocatoria de una huelga para el próximo mes de septiembre, y por la tarde participarán en una gran manifestación en Madrid y en otras 80 en las principales ciudades de todas las comunidades autónomas entre las siete y las nueve de la tarde.

La marcha en Madrid arrancará a las 20.30 horas y avanzará desde la plaza de Neptuno hasta la Puerta del Sol, mientras que en Barcelona partirá de la Ronda Sant Pere a las 19.30 horas.  Las primeras manifestaciones arrancarán a las 19.00 horas en ciudades como Sabadell, Lanzarote o Bilbao, pero la mayoría se desarrollarán entre las 20.00 y las 20.30 horas. En Valencia, la cabecera partirá a las 20.00 horas de la Plaza de San Agustín y media hora más tarde arrancará la marcha en Sevilla desde la Puerta Jerez.

Los sindicatos de la Función Pública denuncian que el colectivo ha sido "maltratado y traicionado" por sus gobernantes, a los que pide que tomen "buena nota" de las manifestaciones de carácter espontáneo que se han producido desde que se conociera esta batería de medidas. "La sociedad española ha tomado conciencia de que los empleados públicos no son culpables de la crisis, sino que lo son el sistema financiero, políticos y gobernantes, después de años de excesos y despilfarros que ahora pagan el conjunto de los españoles", ha argumentado CSI-F.