Decenas de municipios recuerdan a Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA hace 15 años

  • Su secuestro y posterior asesinato conmocionaron a la sociedad española que salió masivamente a la calle para pedir su liberación y el fin del terrorismo.
  • "Su muerte fue un punto de inflexión en la respuesta al terrorismo" y ha servido para "llegar al fin de ETA" ha recordado el Gobierno vasco.
El secuestro y posterior asesinato de Miguel Ángel Blanco conmocionó a la sociedad.
El secuestro y posterior asesinato de Miguel Ángel Blanco conmocionó a la sociedad.
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El secuestro y posterior asesinato de Miguel Ángel Blanco conmocionó a la sociedad.

Entre este jueves y este viernes, decenas de municipios de toda España recordarán al concejal del PP de Ermua (Vizcaya) Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA hace quince años.

Su asesinato, tras dos días de secuestro, conmocionó al país, que salió a la calle pidiendo su liberación y rechazando el terrorismo. El espíritu solidario y pacifista de aquellos días se tradujo en un hondo debate que desembocó en 1998  en el Foro de Ermua.

Este mismo viernes, el PP vasco rinde homenaje al concejal con una ofrenda floral a la que asisten el presidente de la formación, Antonio Basagoiti, y la hermana del edil, Mari Mar Blanco; aunque el secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzábal, ya ha anunciado que celebrará un gran homenaje en septiembre para reivindicar "lo que significó aquella reacción social y la rebelión cívica que surgió de Ermua".

Más de cuarenta municipios se unirán a los actos de homenaje  homenaje el viernes.  Los actos de recuerdo, que se celebrarán a iniciativa de la Fundación Miguel Ángel Blanco, tendrán lugar en aquellas localidades que decidieron dedicar una calle, un parque, un polideportivo o una plaza con el nombre del concejal.

Una muerte que "no fue en vano"

La portavoz del Gobierno Vasco, Idoia Mendia, destacaba este jueves que los quince años que han pasado han servido para que la "sociedad vaya posicionándose contra el terrorismo" y para que haya llegado el "final de ETA".

"El fallecimiento de Miguel Ángel Blanco no fue en vano porque hizo que se conmovieran las conciencias de todos los vascos y que la sociedad saliera masivamente a las calles". "Fue un punto de inflexión en la respuesta al terrorismo en las calles de Euskadi", ha dicho la portavoz del Ejecutivo vasco, quien ha subrayado que, a partir de este asesinato "cada vez más la conciencia ciudadana ha ido respondiendo ante los actos terroristas".

ETA pide el reagrupamiento de presos

Nacido el 13 de mayo de 1968 en el municipio vizcaíno de Ermua, de origen gallego, Miguel Ángel Blanco fue secuestrado por ETA el 10 de julio de 1997 y tiroteado por la banda terrorista dos días después.

Economista de profesión, trabajaba en una consultoría de Eibar (Guipúzcoa) a la que se trasladaba a diario en tren. Esta circunstancia fue aprovechada el 10 de julio de 1997 por miembros de ETA que lo secuestraron cuando volvía a casa desde el trabajo.

La voz de alarma la dieron sus familiares y allegados cuando no se presentó a comer a su domicilio, como tenía previsto, y tampoco regresó por la tarde a su puesto de trabajo en el que se le esperaba a las 15,30 horas.

La organización terrorista reivindicó la acción en una llamada al diario Egin, en la que exigía al gobierno presidido por José María Aznar el reagrupamiento de los presos de la banda en cárceles del País Vasco en un plazo de 48 horas.

La acción se produjo diez días después de ETA pusiera en libertad al industrial Cosme Delclaux, a cambio de una importante suma de dinero, y de que la Guardia Civil rescatara al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, por cuya libertad ETA también el reagrupamiento de sus presos en cárceles vascas.

España, pendiente del secuestro

Su captura y el ultimátum dado a las autoridades españolas llenaron de indignación a la ciudadanía española que vivió con enorme tensión su secuestro. Decenas de miles de personas llenaron las calles de muchas ciudades españolas con gritos de "¡basta ya!" y manos en alto como respuesta pacífica al desafío terrorista.

Minutos antes de las cinco de la tarde del 12 de julio, una hora después de que venciera el plazo dado por los terroristas, vecinos de Lasarte encontraron a un hombre, todavía herido, en los alrededores de esa localidad guipuzcoana. Falleció la madrugada del 13 de julio en la Residencia Nuestra Señora de Aranzazu, en San Sebastián.

Su fallecimiento provocó un verdadero terremoto entre la sociedad española que mostró su pesar y dolor con multitudinarias manifestaciones y actos espontáneos en multitud de ciudades.

Decenas de miles de personas recorrieron las calles de las tres capitales vascas que alternaron los momentos de silencio con gritos de "ETA asesina" y "Nunca más".

Los momentos de mayor tensión se registraron ante sedes de Herri Batasuna (HB), con intentos aislados de asaltos e incidentes entre manifestantes y simpatizantes de la izquierda abertzale.

Las manifestaciones más numerosas tuvieron lugar un día después en Madrid y Barcelona con centenares de miles de participantes, aunque algunos hablan de dos millones.

La reacción popular dio origen al llamado "espíritu de Ermua", un movimiento civil y espontáneo que por primera vez unió a millones de españoles contra el terrorismo de ETA y puso contra las cuerdas a su movimiento político.

Además propició la unidad entre partidos políticos que convocaron de manera extraordinario el Pacto de Madrid y la Mesa de Ajuria Enea y buscaron el aislamiento de la izquierda abertzale.

En junio de 2006 la Audiencia Nacional condenó a 50 años de cárcel al ex dirigente etarra Francisco Javier García Gaztelu, Txapote, y a su compañera Irantzu Gallastegui, Amaia, como autores del secuestro y asesinato de Blanco.

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