El Rey ha reaparecido en público este sábado en Valladolid después de su operación de cadera el pasado mes de abril motivada por una caída en Botsuana. Don Juan Carlos ha llegado en coche hasta el centro de la Plaza Mayor y ha accedido con ayuda de una muleta a la tribuna presidencial, mientras recibía aplausos de los ciudadanos presentes en el acto central por el Día de las Fuerzas Armadas, unos actos marcados por la "austeridad" a la que obliga la crisis económica —con un presupuesto de unos 200.000 euros frente a los 1,3 millones del año pasado en su celebración en Málaga—. "A ver si hubierais aguantado vosotros", ha comentado incluso en tono jocoso a los periodistas.

Don Juan Carlos y Doña Sofía han presidido el homenaje a la bandera y a los caídos que en la Plaza Mayor de Valladolid, acompañados por los Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Letizia. Junto a ellos han estado el ministro de Defensa, Pedro Morenés, y la cúpula militar, encabezada por el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el almirante Fernando García Sánchez.

La "rapidísima" recuperación tras la intervención quirúrgica, en palabras de Zarzuela, ha permitido al monarca asistir a esta celebración, aunque se han introducido cambios en la organización del evento militar. Por ello, no ha pasado revista a la fuerza y ha accedido por una rampa a la tribuna presidencia, donde ha recibido honores militares.

La llegada de los Reyes y de los Príncipes, que no ha sido anunciada por megafonía, ha sido recibida con aplausos por los aproximadamente 3.000 vallisoletanos que se ha congregado en la Plaza Mayor, muchos de ellos desde primera hora de la mañana, una espera que ha hecho más fácil la agradable temperatura. El público también ha ocupado algunos de los balcones de la plaza, engalanados con banderas de España, que también han hecho ondear muchos de los asistentes.

El acto, en el que han participado 620 militares y guardias civiles, ha comenzado con una batería de salvas, para rendir honores, y a continuación dos paracaidistas han aterrizado en la plaza con una gran bandera de España para posteriormente ser izada, antes del homenaje a los caídos.

El rey iniciará el próximo domingo su primer viaje internacional desde la llegada al poder del actual Gobierno con una visita de trabajo a Brasil y Chile, al frente de una nutrida representación de empresarios españoles de primera fila, que reforzará la cooperación política y económica con ambos países.

Este viaje, en el que estará acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, será asimismo su primera actividad oficial en el extranjero desde la intervención quirúrgica en la cadera a la que se sometió en abril, hace menos de cincuenta días, lo que demuestra la rápida recuperación física del jefe del Estado, según han indicado fuentes de la casa del rey.

Una veintena de grupos empresariales y bancarios españoles participan en esta gira latinoamericana, de importante contenido económico, algunos de ellos previsiblemente representados por sus presidentes, como Emilio Botín (Banco Santander), Antonio Brufau (Repsol), César Alierta (Telefónica), José Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola), Javier Monzón (Indra) y Borja Prado (Endesa).

Antonio Vázquez (Iberia), Antonio Llardén (Enagás), Manuel Manrique (Sacyr) y José Manuel Revuelta (Navantia) figuran también entre los presidentes que tienen previsto formar parte de la delegación empresarial, encabezada por el presidente de la patronal CEOE, Juan Rosell, y en la que también participan el BBVA, Abengoa, Airbus Military, Elecnor, Isolux y Técnicas Reunidas.

La agenda de la visita a Brasil -íntegramente en Brasilia- comenzará el lunes en el Palacio de Planalto, donde el rey será recibido por la presidenta Dilma Rousseff, y ambos presidirán a continuación un encuentro empresarial en el que, según el programa provisional, estarán representadas trece entidades españolas con intereses en este país. Los empresarios también estarán presentes en el almuerzo que ofrecerá posteriormente Rouseff al rey en el palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Exteriores.

En el terreno económico, el objetivo de la visita es consolidar y reforzar las relaciones comerciales y de inversión, contexto en el que CEOE firmará un acuerdo de colaboración con la patronal brasileña CNI y España reafirmará su disposición a buscar fórmulas en las negociaciones de la UE con Mercosur para que Brasil no se vea perjudicado por la actuación de Argentina.

Según han explicado fuentes diplomáticas, también se pretende que la visita permita elevar el nivel de la alianza estratégica que España mantiene con Brasil en el terreno político, de modo que se institucionalicen reuniones bilaterales periódicas, aunque todavía sea prematuro hablar de la posible constitución de una comisión binacional, como en el caso de México.

El martes, la agenda del rey en Santiago de Chile seguirá un esquema similar y, así, tras un encuentro en el Palacio de la Moneda con Sebastián Piñera, tendrá lugar un encuentro empresarial presidido por ambos jefes de Estado -en el que prevén participar 11 empresas españolas-, seguido de un almuerzo ofrecido por el presidente chileno.

También en este caso se explorará la posibilidad de reforzar las relaciones bilaterales -en el terreno político y económico- y la CEOE suscribirá un acuerdo de colaboración con la patronal CPC.

Chile acogerá una tercera etapa de esta gira al día siguiente en Cerro Paranal, en el norte del país, el lugar elegido para firmar el acta constituyente de la Alianza del Pacífico, una propuesta de bloque comercial que Piñera comparte con los presidentes de Colombia, Perú y México y por la que se han interesado Panamá y Costa Rica.

Don Juan Carlos fue invitado por Piñera al almuerzo con el que dará comienzo la cumbre y, de este modo, el rey tendrá ocasión de tratar diversos asuntos internacionales con los presidentes de Chile, Perú, Colombia y México -que ya han confirmado su asistencia a la Cumbre Iberoamericana de Cádiz de noviembre-, así como con los representantes de Panamá y Costa Rica que acudan a Cerro Paranal.